Sancti Petri: un paraíso...sin conciertos.

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14 jul 2020 / 04:00 h - Actualizado: 14 jul 2020 / 04:00 h.
"Tribuna"
  • Sancti Petri: un paraíso...sin conciertos.

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Al sur de la Bahía de Cádiz, hay un espacio de un enorme valor paisajístico que no ha sido alterado su uso como salina. La condición de isla y la existencia de una importante masa forestal (Pinar del Coto de la Isleta) en las zonas más elevadas, realzan claramente para ofrecer una imagen de lo que debió ser en otro momento el paisaje natural original de toda la Bahía de Cádiz.

Dicho lugar, por su ubicación estratégica entre el estrecho de Gibraltar y el Parque Nacional de Doñana, es de gran importancia para multitud de aves acuáticas en sus migraciones. Presenta una gran diversidad de plantas vegetales adaptadas al medio del lugar, debidas a los cambio de las mareas, entre las que destacan almajos o verdolagas resistentes a la alta salinidad.

Este sitio es uno de los más dinámicos en la interacción entre ecosistemas marinos y terrestres, adquiriendo gran importancia por la presencia de abundantes especies de peces, aves e invertebrados.

Como sabemos, la singularidad de un espacio natural es digna de toda protección. En el caso de las Marismas de Sancti Petri (en Chiclana de la Frontera), la figura que reconoce esta singularidad es la de Paraje Natural ( que fue declarado así el 28 de julio de 1989); un humedal que se extiende por 170 hectáreas (un 0,82% de la superficie del término municipal de Chiclana); en este caso, ubicado dentro de un territorio más grande, el Parque Natural Bahía de Cádiz. El valor paisajístico y ecológico de las marismas es altísimo. Ecológicamente, la importancia de estas aguas es fundamental, sobre todo para la avifauna y los benjamines de diversas especies de peces: algunas de ellas raras y escasas.

Junto al Paraje Natural Isla del Trocadero, el Paraje Natural de las Marismas de Sancti Petri era de accesibilidad más bien limitada. Eso sí, hay que partir de Chiclana para alcanzar el humedal, que fluye entre San Fernando, Chiclana y Puerto Real. Entre las aves reproductoras de la bahía que por allí se divisan están la gaviota patiamarilla, el chorlitejo patinegro, la avoceta común, la cigüeña común o el charrancito (la totovía, la cigüeña blanca y el buitrón son otras aves típicas de la zona).

En este paraje se realiza la parada migratoria.

Las aves se detienen en las aguas libres para conseguir alimento y descansar. También realizan la puesta y la cría: ocurre con las aves como el chorlito, la avefría o la chocha), las gaviotas y otras especies marinas como las estérnidas. El área ha sido declarada en la Directiva 79/409 como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA). Paseando por la Punta del Boquerón se consigue una vista espléndida.

Poblaciones de crustáceos y moluscos, por ejemplo, se sienten cómodas aquí como para acometer la cría . La biodiversidad, pues, está servida: fauna, población aviar y vegetación (típicas de terrenos donde abundan las sales).

El Poblado de Sancti Petri es un antiguo pueblo pesquero,(almadrabero) de un enorme valor histórico y costumbrista, actualmente abandonado, perteneciente al término municipal de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Su nombre está en latín y significa "de san Pedro", patrón de los pescadores. Se cree que en la antigüedad existió un santuario a Melkart en sus alrededores, el cual fue visitado por el propio Julio César. Algunos piensan que el templo de Melkart estaba en el islote donde está actualmente el castillo.

De hecho la zona está plagada de ánforas arrojadas a modo de plegaria.

EL PAN Y LOS PECES. SANCTI PETRI EN LA MEMORIA. Es una magnífica novela de Don Miguel Ángel García Argüez.

"Ignoramos lo que en realidad fue Sancti Petri, este irrepetible trozo de tierra, sitiado por las aguas, donde durante tantos años se produjo este milagro del pan y los peces, donde tantos hombres y mujeres forjaron sus vidas en un entorno tan duro como hermoso. Gente anónima con una historia que contar, abocada hoy al olvido de lo caduco, de lo olvidado, de lo inexistente."

Lo cierto es que nada queda de aquel esplendoroso Santi Petri. La enorme fábrica, las viviendas, han quedado reducidas a silenciosas ruinas, saqueadas y desmanteladas. El antiguo muelle es hoy un puerto deportivo .Si no es aplastado ,quedará su sabor.

Las casas de los pescadores. La antigua Iglesia y cine. La plaza principal. Las placas cerámicas de un enorme valor...

En julio de 1942 una terrible desgracia marcó la barriada de pescadores y almadraberos de Sancti Petri. La explosión de un proyectil de mortero causó la muerte de ocho personas, cuatro de ellas niños de corta edad.

El Ayuntamiento de Chiclana ,no cesa en sus esfuerzos por destrozar el valor ecológico e histórico de la zona. Le invitaríamos a una reflexión. A respetar su memoria.

Este año la naturaleza y las personas podrán descansar. Las especies protegidas y la capa vegetal, podrá en parte recuperarse