Ahora parece haber una disputa a ver qué país saca antes la vacuna contra el Covid-19. China, Chile, Rusia, Cuba, Alemania, Estados Unidos, España... Pero aquí, de lo que más se va a hablar hoy es de esos 200.000 millones de euros que el Gobierno ha sacado de no sabemos dónde para que los más perjudicados por la pandemia no se queden en la cuneta, que suele pasar. Lástima que se hayan olvidado de los autónomos, o de la mayoría, aunque esto no es ninguna sorpresa porque es un colectivo muy mal tratado, con lo importante que es, curiosamente. López Amor, el presidente de ATA, está para que lo aten. Pues que se ponga las pilas, en vez de protestar tanto en las televisiones, que para eso le pagamos. A ver, esta pila de millones de euros se esperaba porque no había otra manera de tratar esta tragedia nacional. Ahora no se trataba de rescatar a los bancos, como en la crisis económica que tuvimos que afrontar en 2008, sino a los ciudadanos, sobre todo a los trabajadores, y para eso tenemos un gobierno de izquierdas. No sería lógico que se hubieran olvidado de los más desfavorecidos, de los más afectados en esta crisis sanitaria que apunta a ruina para muchos años.
Lo digo porque ayer había ya una guerra en las redes sociales y los distintos medios de comunicación del país sobre una crisis y otra, cuando son muy distintas. Y es que en España no sabemos desconectar del eterno cainismo, ni siquiera en momentos tan delicados como el que vivimos. Están ahí siempre las putas ideologías, la derecha y la izquierda, odiándose y zumbándose garrotazos en la era. ¡Se quieren dejar ya de guerras y centrémonos en lo mollar, en salvar vidas y en no dejar que cientos de miles de familias se hundan en la miseria! Ya veremos cómo pagamos todo esto, pero lo urgente es pararle los pies al bichito y que no haya al final miles de muertos, cientos de miles de más parados de los que ya hay y un país en quiebra económica y social hundido en la miseria para décadas. ¿Importa ahora acaso cómo hubiera actuado el PP, de estar gobernando, si no gobierna? Sin duda, de manera distinta. Esta crisis había que afrontarla como se va a hacer, desde la sensibilidad social y contando con el apoyo de sindicatos, empresarios y demás agentes sociales. No se le puede quitar el piso a nadie por no poder pagar la hipoteca, ni abandonar a su suerte a quienes siempre, siempre, pagan el pato de todas las crisis: los más desfavorecidos de la sociedad. Seamos humanos, joder.