Parece ser que hoy hay una nueva reunión en la Junta de Andalucía para ver qué pasa con Ricardo Pachón, actual director del Instituto Andaluz del Flamenco, quien parece que se va del cargo, antes de que lo cesen –según mis fuentes fue cesado el pasado martes por la tarde–, o porque no se ve en un despacho del Barrio de Santa Cruz rodeado de incompetentes enchufados. Lo cierto es que Pachón fue a por el puesto para llevar a cabo una labor en favor del flamenco, sobre todo de los gitanos, y si no puede trabajar a su aire, como le ha gustado siempre, se irá a su casa a disfrutar de un más que merecido descanso, porque el hombre tiene ya unos años y lleva mucho trabajado por este arte en diversos campos, destacando en el de la producción discográfica.
Me consta que si se va o se confirma hoy el cese no lo hará sin pelear para que cambien las cosas en el IAF. No sé si depende de él o de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, que se acabe ya el cachondeo en esa casa y se empiece a trabajar en serio por nuestro arte. El personal, la gente que trabaja ahí, está ya hasta el gorro y no para de filtrarse información de quién entra y de quién sale, de los chanchullos con lo del ballet flamenco y otras muchas cosas. Ayer, por ejemplo, el bailaor Antonio Canales tuvo acceso a las actas del proceso de elección de la dirección del ballet a través de sus abogados, que se personaron en el Instituto para pedirlas, y creo que está que echa humo por lo que ha visto en esas actas, pruebas más que suficientes de que se ha vulnerado la ley y amañado, presuntamente, el resultado.
¿Habrá demanda judicial por parte del maestro Canales, como se ha filtrado? Será lo más seguro si acaba descubriendo que han existido esas irregularidades y la vulneración de la ley. Conociendo a Canales, hay pocas dudas de que va a llegar hasta el final en este feo asunto. Se habla de «traiciones» y «puñaladas traperas», y de la mala relación entre Ricardo Pachón y Segundo Falcón, y todo esto está dañando la imagen del Instituto y del propio flamenco. Supongo que Patricia del Pozo, la consejera, será la primera interesada en saber qué ha pasado en el proceso con la comisión, que por lo visto ha sido una chapuza digna de Pepe Gotera y Otilio en versión flamenca. Chapuza o corrupción.
La cuestión ahora es qué va a pasar, porque ya fue elegida como directora del ballet la bailaora cordobesa Úrsula López. Si hay demanda judicial y se anula el proceso, porque se demuestren las irregularidades, ¿se volvería a convocar de nuevo la presentación de proyectos o se echaría mano de alguno de los que ya se presentaron, como fueron Antonio el Pipa, Fernando Romero y Antonio Canales, entre otros?
Suponemos que hoy mismo se sabrá qué va a pasar, así que habrá que estar atentos.