Se venden moral y ética, barato, barato...

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18 oct 2015 / 00:42 h - Actualizado: 18 oct 2015 / 00:44 h.
"Investigación","La segunda vez"

Pegar o abandonar a un perro en Madrid puede llegar a ser multado con hasta treinta mil euros, según la nueva ley que pronto será aprobada en dicha Comunidad. La misma Comunidad que, paradójicamente, subvenciona los abortos, como, por cierto, se hace en el resto de España. La semana pasada, coincidiendo con el sacrificio del perro Excalibur, aquel que podría haber estado infectado por el virus del ébola, se manifestaron varios bienintencionados en diversas ciudades de nuestra nación. Este verano, la caza de un viejo León, que había dejado viudas, viudos, huérfanos, huérfanas, a innumerables Kudus, Zebras y demás fauna de su inmediato entorno, provocó una desbocada reacción.

Me vienen a la memoria, desordenados, algunos párrafos del discurso pronunciado, entre lágrimas, por James Lankford, senador por Oklahoma, el 16 de julio del presente año, en el Senado de los Estados Unidos:

No hace mucho, un grupo de activistas pro defensa de los animales, se reunió cerca de un Centro de Investigación, en cual se utilizaban animales para sus pruebas. Se ubicaron alrededor de ese Centro entre canticos y pancartas que decían: «No es Ciencia, es Violencia. Los Animales tienen derecho a vivir». Entiendo su frustración, pero quisiera trasladarlo al contexto de algo que sucedió ésta semana. Una organización llamada Planned Parenthood está usando los cuerpos de los niños que son abortados, para ser enviados a centros de investigación, muchas veces vendiendo diferentes partes de los mismos, con el fin de manipularlos en investigaciones... No son ratones, no son ratas de laboratorio, son niños... niños que han pasado el horroroso trance del aborto.

Esta mañana, en una discusión para destinar fondos, el presidente y yo oímos un extenso debate sobre los derechos de las ballenas orcas, y la interminable charla siguió y siguió. Todos nos sentimos concienciados. Les dimos importancia. Luego escuchamos otra profusa parrafada sobre el asesinato de caballos, en donde nuestros caballos debían ser humanamente sacrificados... pero mientras esa conversación transcurría, unos niños estaban siendo abortados con un instrumento que entra en el vientre de la madre, aplasta la cabeza del bebé para matarlo y luego se hace, cuidadosamente, con el resto de los órganos, porque valen dinero, dejan mucha ganancia al venderlos... Son comercializados como órganos humanos que se necesitan para la investigación. Tú no puedes decir primero que un feto no es humano y después al minuto venderlo como órganos humanos. ¿Por qué?, ¿de repente ya es humano...? ¡Siempre fue un ser humano!

Nos hallamos ante dos ironías. La primera, matas a un ser humano con el supuesto pretexto de ayudar a otro en el futuro. La segunda, tratas humanamente a los animales, pasando por alto los niños cuyos cuerpos son despedazados en el vientre y sus restos vendidos.

Creo que la pregunta que necesitamos hacernos es, ¿mientras este Congreso invierte tiempo en debates acerca del asesinato de caballos, las ballenas orcas, nos presentamos indolentes en cuanto a los niños...?

Ustedes dirán, pero yo, como el senador, reprimo las lágrimas, y la rabia...