‘Secret Story’: Adara o ‘no hay tonto bueno’

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05 oct 2021 / 21:07 h - Actualizado: 05 oct 2021 / 21:16 h.
"Opinión","Televisión"
  • Fotografía: Mediaset
    Fotografía: Mediaset

Adara es una mujer guapa y podría ganar un certamen de belleza, pero lo que no le van a dar es el premio Nobel de Física. Ni eso ni el premio a la persona con mejores formas de la televisión nacional.

Adara es profesional de los concursos en los que los participantes buscan acabar con el resto y en los que todo parece servir para conseguirlo. Tiene un enorme número de seguidores en redes lo que hace pensar que el espectador de un reality busca gritos, mala baba, insultos, conflictos por la comida y, en definitiva, un despliegue de miserias humanas que desborda cualquier imaginación. Adara es inculta y cuando ha tenido que contestar a preguntas, de esas que calificamos como ‘de cultura general’, ha hecho el ridículo. Adara tiene el colmillo retorcido y no se anda con remilgos si tiene que destrozar a alguien. En mi pueblo dicen que no hay tonto bueno.

Adara es el paradigma de concursante bochornoso, de mercenaria del dolor generado por cotilleos y bajeza, de mujer casposa.

Dicho esto, es justo añadir que no solo ella representa lo peor de una persona que decide ganar dinero a base de escandalizar, de humillar y de despellejar. Cualquiera de los que acuden a esos programas como los osos a los panales de abejas son representantes de un tipo de vida fácil y vacía, una forma de entender las cosas que poco tiene que ver con la ética o la bondad. Todos buscan el atajo que les permita llegar antes a una vida en la que lo importante es lo zafio, lo tosco, lo guarro.

Adara es un chica muy limitada intelectualmente, es una indigente cultural y parece pedir limosna, también, en el ámbito afectivo. Adara ríe sin venir a cuento y parece una desequilibrada sin remedio.

A Adara no le van a otorgar un premio por ser lista ni simpática o educada, pero Adara va a poder seguir viviendo del cuento durante muchos años. Es lo que cuenta para ella y por ello está luchando con uñas y dientes. Y todo gracias a los seguidores de esa televisión a la que llamamos basura y deberíamos llamar trituradora de personas.