Secret Story: Bazofia en plan más madera

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13 sep 2021 / 08:06 h - Actualizado: 13 sep 2021 / 09:29 h.
"Opinión","Televisión"
  • Secret Story: Bazofia en plan más madera

La televisión basura es, en sí misma, bazofia pura. Eso no es discutible. Atacar ferozmente a otro, gritar para tener más razón, ventilar asuntos de alcoba para hacer dinerito fácil, vender cualquier cosa que haces sin vergüenza alguna o denigrar a las personas sin compasión, son algunas de las cosas a las que nos tienen acostumbrados en algunos programas. Esos son en los que se juntan un grupo de personas para que hablen de sus cositas, se insulten, pasen hambre y se irriten de forma desmesurada; son en los que unos se acuestan con otros sabiendo que eso les garantiza pasar por unos cuantos platós para hacer caja, para ir de fiesta en fiesta por las discotecas facturando por tomar copas y ser reclamo entre los que creen que esa forma de vida mola mazo. La televisión basura es el resultado de audiencias que se embelesan con cualquier cosa que no les exija pensar un poquito (leer, ver una buena película de cine o pasear por un museo cualquiera).

Centro el foco. En televisión, casi todos destrozan el lenguaje, pero en la televisión basura todo se multiplica si tiene que ver con lo zafio o el destrozo del patrimonio cultural de todos. Escuchar a uno de estos que dedican todo su esfuerzo a meterse en la cama con otro (en directo) o a montar un escándalo para que se vea un vídeo protagonizado por él o ella; escuchar, decía, a uno de estos pronunciar una frase ordenada es casi milagroso. Destrozan el lenguaje como si tuvieran energía atómica en las cuerdas vocales. Estos sujetos y los que andan detrás de las cámaras haciendo estos programas son kryptonita para la cultura.

Un ejemplo. Damas y caballeros, muchos utilizan esa coletilla tan patética que consiste en colar, sin ton ni son, en cualquier momento y sin avisar las palabras en y plan, en ese orden y sin límite. Cuando dicen cualquier cosa, en plan, normal y no pueden evitar soltar, en plan, decir una chorrada. Algo así.

Detesto lo que representan estos programas que presumen ser como la vida misma. Por supuesto, ni se acercan a la vida misma. Porque si la vida fuera eso no merecería la pena perder el tiempo haciendo el imbécil durante tantos años. Qué pereza.

Pero algunas cadenas insisten en las fórmulas más cutres y casposas porque les parece que el negocio les puede durar la vida entera. Deben pensar ‘Más madera, es la guerra’ o traducido al idioma ridículo que invade los discursos incultos y cicateros con la inteligencia ‘Bazofía en plan más madera’.