La Comisión de Control de los Créditos Destinados a Gastos Reservados, conocida comúnmente como la comisión de secretos oficiales, lleva tres años sin reunirse. Los distintos vetos que imponen las fuerzas políticas para decidir su composición son la causa de ese parón. Como ya es habitual, la clase política española demuestra, cada día, su incapacidad para hacer eso, política. Pero esto se va a acabar porque la señora Batet, presidenta del Congreso, hará uso del artículo 32.2 del reglamento, que establece que «corresponde al Presidente cumplir y hacer cumplir el Reglamento, interpretándolo en los casos de duda y supliéndolo en los de omisión». Es decir, como no hay acuerdo, se cambian las cosas y punto pelota. Al dictado de Pedro Sánchez, Batet ya corre como pollo sin cabeza para cumplir los deseos de su jefe y líder.
¿En qué consistirán esos cambios? Pues, fundamentalmente, en incluir en esa comisión a los partidos que conforman el Govern catalán, ERC y Junts. Como lo oyen. Pero, además, se hará lo mismo con EH Bildu, formación vetada por la derecha española desde siempre. Sí, sí, como lo oyen. ¿Le parece una vergüenza y un disparate sin pies ni cabeza? Pues es lo que hay.
Todo en orden. Pedro Sánchez seguirá siendo presidente del Gobierno de España y le seguirán apoyando en el Congreso los que se dedican a homenajear a los terroristas y los que intentan dar golpes de Estado, los sediciosos, los fugados de la justicia. Todo en orden.
Nos pintan, todos estos, un futuro incierto porque Vox escala posiciones y se está afianzando como tercera fuerza política. Y, siendo verdad que la extrema derecha maneja un discurso preocupante y peligroso, nos tenemos que creer que pactar con sediciosos y amiguitos de pistoleros es lo más moderno en política cañí y la solución a los problemas que está causando la guerra de Putin. Todo esto resulta un insulto a la inteligencia de los españoles.
Que ERC, Junts y EH Bildu formen parte de esa comisión de secretos oficiales es una amenaza clara para la democracia española. También lo fue que Pablo Iglesias tuviera acceso a información del CNI. Y lo es, lamento decirlo, Pedro Sánchez. Este hombre es capaz de hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder y para sacar adelante leyes en el Congreso de los Diputados. Me parece que la amenaza de Vox es, todavía, una posibilidad y que hay que estar muy pendientes de cómo se afianza. Pero lo que parece cierto es que Pedro Sánchez ya es una amenaza hecha y derecha, una amenaza adulta.
Y aquí seguimos tragando con todo lo que sucede sin rechistar. Todo en orden. Todo en orden.