Sediciosos a la calle

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
23 ene 2020 / 08:02 h - Actualizado: 23 ene 2020 / 08:03 h.
"La Tostá"
  • Los presos condenados por el procés. / EFE
    Los presos condenados por el procés. / EFE

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Parece ser que los españoles estábamos que no vivíamos con lo de las condenas por delito de sedición y el Gobierno de Sánchez e Iglesias va a cambiar el Código Penal para que sean menos duras, de menos años. Podríamos pensar que es para que los presos independentistas catalanes salieran antes de la cárcel y Junqueras pudiera ser candidato de su partido a las elecciones catalanas, algo así como un indulto encubierto. Pero no, no es por eso. Hay que ser muy malvado para pensarlo siquiera. ¡Y como hay tantos condenados por sedición en nuestro país, pues eso! Parece como si no cupieran ya en la cárcel y hubiera que aclarar un poco las celdas. La presión social se hacía ya insoportable, hay que reconocerlo, con manifestaciones en las calles, altercados públicos y, sobre todo, la ya insostenible presión internacional, con Europa exigiendo de una manera desesperada que teníamos que hacer algo con tantos sediciosos encarcelados o pendientes de entrar en la trena. Tanto Pedro Sánchez como Carmen Calvo, su mano derecha –bueno, la izquierda¬–, nos han hecho saber que era algo que había que hacer, quedándosenos cara de tontos. Es como lo de que el Partido Socialista no haya apoyado que el Parlamento Europeo investigue los casi cuatrocientos crímenes de ETA sin resolverse, argumentando el presidente del Gobierno que “en España ya no hay terrorismo”. Anda, tampoco hay ya dictadura franquista y no paran de hablar de que hay que condenar los crímenes del franquismo y hacerles justicia a los de las cunetas y las fosas. Que está muy bien, de eso no hay duda, pero también que el PSOE hubiera apoyado que se investigaran por fin los 379 crímenes no resueltos aún de la sanguinaria banda terrorista vasca. A lo mejor hay que mirar hacia adelante sin ira, pero en todo y no solo en los asesinatos del terrorismo y los sediciosos encarcelados. Poco a poco, en tan escasos días del nuevo Gobierno, se van aclarando las cosas sobre las negociaciones para que Sánchez pudiera sacar adelante la investidura. No hay que ser muy listos para darse cuenta de por dónde van los tiros: nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado, rebaja de las penas en el Código Penal por delitos de sedición y negativa del Partido Socialista a que el Parlamento Europeo investigue los crímenes de ETA. Y quedan aún casi cuatro años de legislatura. Sánchez e Iglesias harán historia.