Selectividad como éxito

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24 jun 2018 / 20:43 h - Actualizado: 24 jun 2018 / 20:45 h.

En China la prueba de acceso a la universidad, el gaokao, es uno de los acontecimientos más importantes de una familia a lo largo de su vida. Son conscientes del valor de acceder a la universidad y del salto cualitativo que ello supone dentro de una sociedad tan compleja como la china.

La semana pasada en Andalucía conocimos los resultados de la selectividad y todo ha pasado como si nada hubiese ocurrido. Más del noventa y cinco por ciento del alumnado ha superado la prueba y esa noticia muy positiva casi no supera la frontera del mundo académico. Parece que nadie es consciente del valor de la realidad que esconde ese dato en un país tan acostumbrado a tirarse los trastos a la cabeza en materia educativa. Ese dato, de una prueba que no es nada fácil, es el resultado del trabajo bien hecho, del esfuerzo, la constancia y la dedicación del alumnado y del profesorado de los centros educativos. Los datos reflejan el éxito de la inversión en la educación y el aprovechamiento positivo que se ha hecho de los recursos empleados en ella. Aquellos que ven la sociedad como contribuyentes deben estar satisfechos con el resultado de sus impuestos, los que la ven desde la perspectiva ciudadana lo estarán por el proceso de igualdad y cohesión social que ello supone.

Pero no, parece como si no fuese importante poder incorporar a miles de jóvenes andaluces a la universidad, parece como si hubiésemos olvidado que hace un tiempo no muy lejano eso era imposible. Si no somos conscientes de esto, nos falta bastante para considerarnos como una sociedad desarrollada. Luego diremos que China avanza.

En China la prueba de acceso a la universidad, el gaokao, es uno de los acontecimientos más importantes de una familia a lo largo de su vida. Son conscientes del valor de acceder a la universidad y del salto cualitativo que ello supone dentro de una sociedad tan compleja como la china.

La semana pasada en Andalucía conocimos los resultados de la selectividad y todo ha pasado como si nada hubiese ocurrido. Más del noventa y cinco por ciento del alumnado ha superado la prueba y esa noticia muy positiva casi no supera la frontera del mundo académico. Parece que nadie es consciente del valor de la realidad que esconde ese dato en un país tan acostumbrado a tirarse los trastos a la cabeza en materia educativa. Ese dato, de una prueba que no es nada fácil, es el resultado del trabajo bien hecho, del esfuerzo, la constancia y la dedicación del alumnado y del profesorado de los centros educativos. Los datos reflejan el éxito de la inversión en la educación y el aprovechamiento positivo que se ha hecho de los recursos empleados en ella. Aquellos que ven la sociedad como contribuyentes deben estar satisfechos con el resultado de sus impuestos, los que la ven desde la perspectiva ciudadana lo estarán por el proceso de igualdad y cohesión social que ello supone.

Pero no, parece como si no fuese importante poder incorporar a miles de jóvenes andaluces a la universidad, parece como si hubiésemos olvidado que hace un tiempo no muy lejano eso era imposible. Si no somos conscientes de esto, nos falta bastante para considerarnos como una sociedad desarrollada. Luego diremos que China avanza.