La vida del revés

Señor Iglesias, usted es la nueva casta y lo sabe

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29 abr 2020 / 17:34 h - Actualizado: 29 abr 2020 / 17:32 h.
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  • Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados. / EFE
    Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados. / EFE

Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España, ha querido dar un repaso a los diputados, votantes y simpatizantes de Vox en el Congreso de los Diputados. Por su parte, María de la Cabeza Ruiz Solás, diputada de Vox, ha querido hacer lo mismo aunque a la inversa, claro. El espectáculo ha sido muy lamentable. Los ancianos españoles en boca de un hombre y una mujer insultando al otro, despreciando al otro, intentando destrozar las ideas ajenas. Los ancianos españoles, los vivos y los muertos, utilizados como argumento político con el que destruir al otro. Sí, señor Iglesias porque usted dijo a la señora Ruiz Solás que era «miserable utilizar la muerte para hacer política» (cosa que es cierta), pero usted estaba haciendo lo mismo.

El espectáculo político es repugnante. Si bien es cierto que la oposición se colocó enfrente del Gobierno desde el primer momento y ha utilizado cualquier ocasión para erosionar la imagen de Sánchez, Iglesias, Illa, Marlaska o Fernando Simón, que la oposición está siendo ventajista y poco leal; el Gobierno ha facilitado esa labor destructiva al equivocarse una y otra vez, al improvisar una y otra vez, al pecar de arrogancia una y otra vez. Hoy, por ejemplo, hemos tenido que soportar otro capítulo del desacuerdo con los datos de fallecidos y contagiados y el consiguiente desbarajuste. El gobierno insinuando y filtrando que Madrid utiliza datos antiguos e imposibles (Madrid ayer tenía cerca de 300 contagios nuevos y hoy 900; fallecidos sin comunicar desde hace más tiempo del establecido) y, claro, desde Madrid diciendo que el Gobierno es un desastre y no sabe contar. Repugnante y un claro generador de desafección entre los ciudadanos que ya no saben qué hacer para no tener que aguantar a tanto niñato metido a político y haciendo el ridículo.

La nota cómica (incluso mezclado con un ambiente tan hostil y tan gris se puede encontrar una nota de humor, negro aunque humor al fin y al cabo) la ha protagonizado Pablo Iglesias al decir, dirigiéndose a los diputados de Vox: «Son una formación de grandes apellidos y poca vergüenza, que falsean títulos y que no tiene más patria que su dinero; ni siquiera son fascistas, son simplemente parásitos», ha dicho. Hay que tener cuajo para referirse a los títulos falseados cuando Sánchez (presidente del Gobierno al que pertenece el propio Iglesias) lleva a cuestas el asunto de su tesis doctoral o para referirse a la patria que es el dinero de estos diputados de Vox, cuando estas viviendo en un chalet enorme y cobrando una pasta. Muchos piensan que Iglesias no se ha enterado de que él tampoco es comunista y que es simplemente un parásito. Ay, las palabras y las frases redondas que mala leche tienen, como se revuelven contra uno mismo.