La vida del revés

Señor Vázquez, ni los rojos ni los maricones son tan zafios

Jorge Javier Vázquez se ha arrogado sin permiso de nadie representar a los progresistas y gais españoles. Sin embargo, representar tanto y a tantos no está al alcance de cualquiera

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21 jun 2020 / 18:06 h - Actualizado: 21 jun 2020 / 18:44 h.
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  • Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban. / Mediaset
    Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban. / Mediaset

Fascismo, según el diccionario de la RAE, es:

1. m. Movimiento político y social de carácter totalitario que se desarrolló en Italia en la primera mitad del siglo XX, y que se caracterizaba por el corporativismo y la exaltación nacionalista.

2. m. Doctrina del fascismo italiano y de los movimientos políticos similares surgidos en otros países.

3. m. Actitud autoritaria y antidemocrática que socialmente se considera relacionada con el fascismo.

«Sálvame», el programa que se emite en Tele 5 y que presenta Jorge Javier Vázquez, quedaría definido (según el propio presentador) de la siguiente forma: «¡Este programa es de rojos y maricones, punto!»

Parece que ha llegado el momento en el que es necesario recordar a Jorge Javier Vázquez algunas cosas esenciales. A él y a los que ríen sus intervenciones más toscas como si fueran una muestra de progresía, libertad y democracia 2.0. Ayer, después de que Belén Esteban mostrase su postura crítica con la gestión del Gobierno de España durante la pandemia, el presentador ofreció un espectáculo lamentable y, de paso, convirtió la idea de Belén Esteban en algo importante aunque, en realidad, era estereotipada y superficial.

Señor Vázquez ¿desde cuándo ‘los rojos’ imponen sus ideas dando voces a un colaborador que sabe que si rechista se está jugando la posibilidad de se seguir trabajando? ¿Desde cuándo ‘los programas de maricones’ se han convertido en un espectáculo tosco, violento y en un altar al despotismo? (Despotismo según la RAE: 1. m. Autoridad absoluta no limitada por las leyes. 2. m. Abuso de superioridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas).

Señor Vázquez ¿cree usted que se ha convertido en el paradigma de progresía español? ¿Es usted consciente del rechazo que causa en muchas personas el que usted trate de ser la imagen de una forma de pensar que va mucho más allá de lo que es usted o de lo que representa un programa tan zafio, tan gris y tan bochornoso como el que presenta?

Usted vapuleó con sus gritos, con su dedo acusador y con su actitud arrogante y ridícula a Belén Esteban. Si eso mismo lo hubiera hecho yo mismo (cualquier otro hombre) estaría siendo acusado de machista, de dictador y de sinvergüenza; me estarían crucificando. Pero eso no le debe confundir a usted. Está mal, muy mal. Lo haga un gay o un heterosexual, está feo.

Señor Vázquez, usted cree que vale cualquier cosa porque su programa lo presenta usted y puede hacer lo que le dé la gana. De hecho, se atreve a cantar y bailar como si fuera una auténtica estrella del espectáculo. No se enfade, pero tengo que decirle una cosa: lo hace usted, francamente, mal. Me temo que el problema que tiene usted es que no es capaz de ver la realidad desde una distancia adecuada, que se ha rodeado de personas que le aplauden lo que haga falta para conservar no sé qué cosa. No es ese el camino.

Se lo voy a decir yo: usted no representa a todos ‘los rojos’ (igual no representa ni a uno solo); usted no representa a ‘los maricones’ (así se refiere usted a ellos); usted no representa la progresía y, por supuesto, por más que baile y cante, usted no representa a la cultura.

Ni usted ni su programa representan gran cosa. Porque «Sálvame» es un reflejo de lo que es usted. Poco más. Y eso es irrelevante.