La Tostá

¿Sería posible tener dos dedos de frente?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
24 jun 2020 / 07:59 h - Actualizado: 24 jun 2020 / 08:30 h.
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Me preocupa, como ciudadano, cómo se utiliza eso de que una persona sea de derechas o de extrema derecha, de la misma manera que ocurre con lo de ser de izquierdas o de extrema izquierda. Me preocupa sobre todo que lo haga un ministro español como Fernando Grande-Marlaska, quien seguramente volverá como magistrado a la Audiencia Nacional cuando deje de ser ministro y será un juez señalado políticamente. No es que un juez no pueda tener ideales políticos, pero no tendrá la misma independencia que antes de ser ministro. Se refiere a la extrema derecha, en el Parlamento, como la peor escoria de la sociedad, aunque esté en el Congreso porque ha sido votada por ciudadanos libres. Me preocupa también que caigan en la misma práctica directores o responsables de periódicos. Se refieren siempre a «la ultraderecha», cuando hablan a Vox, pero no a la extrema izquierda o el comunismo populista cuando hablan de Unidas Podemos. Creo que los partidos tienen nombres, siglas, para ser reconocidos y nombrados. Que un dirigente del PP hable en esos términos de Irene Montero o Pablo Iglesias, puede tener un pase porque quieren asustar a los ciudadanos, los suyos, con los comunistas de rabos y colmillos. También es perfectamente entendible que Íñigo Errejón o Alberto Garzón se refieran a los de extrema derecha como franquistas, fascistas o nazis. Lo que no es de recibo, ni de tener dos dedos de frente, es que periodistas, grandes comunicadores que llegan diariamente a millones de personas, como Antonio García Ferreras, de La Sexta, se refieran a los de Vox o el PP como la extrema derecha y a los de Unidas Podemos como eso, como Unidas Podemos, los demócratas de toda la vida o legítimos representantes de «la nueva política». Luego están los ciudadanos normales, que desde las redes sociales se esfuerzan en que algunos seamos de Podemos por cojones, o del Partido Socialista. Incluso sanchista, que parece que es una nueva carrera con futuro. ¿Usted que estudia? No, yo soy sanchista, Ah, vale. Es así y me parece de una pobreza democrática increíble. ¿Dónde está escrito que un periodista se deba posicionar políticamente o que tenga que ser de izquierdas o de derechas dependiendo del medio en el que trabaje? ¿Tanto les cuesta entender que haya periodistas independientes? Siendo usted de El Correo, ¿cómo se declara no creyente o ataca a los socialistas? Opinar, en España, es atacar a alguien. Decir que Sánchez se ha equivocado claramente gobernando con Unidas Podemos, y a las pruebas me remito –el país es un puto desastre–, es motivo más que suficiente como para que te pongan de franquista, fascista, machista, homófobo, racista o renegado, si alguna vez dijiste que eras de izquierdas, aunque no tuvieras el carné de ningún partido de esa ideología y tuvieras solo 20 o 30 años. España no tiene arreglo. Bueno, sí, pero ni se te ocurra decir cómo.