Pasa la vida

Si hubiera hablado antes del acoso escolar que sufría

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
23 oct 2022 / 11:24 h - Actualizado: 23 oct 2022 / 11:28 h.
"Pasa la vida"
  • Si hubiera hablado antes del acoso escolar que sufría

El acoso por parte de chicos y chicas a otros (y otras) matriculados en el mismo centro escolar, con maltrato físico y psicológico dentro y fuera del colegio o instituto, es un problemón del que toca vacunarse en todos los ámbitos sociales. A mi juicio, se equivocan quienes lo minimizan considerando que estos desdichados comportamientos han sucedido 'toda la vida' y son consustanciales a las pulsiones de la adolescencia. No calibran que hoy en día es mucho mayor la capacidad de hostigamiento y de agobio. Antaño, quien padecía vejaciones y amenazas en patios, pasillos, aulas y aseos, cuando llegaba a su hogar, al pequeño gran mundo de su habitación, podía sentirse protegido de ese entorno tanto por las tardes-noches como durante los fines de semana y periodos vacacionales. Actualmente, no hay respiro y no hay distancias a causa del prematuro y obsesivo uso de los teléfonos móviles y de los canales de mensajería instantánea por parte de menores a quienes se les regalan demasiado pronto esos aparatos cuando su personalidad aún no está preparada para distinguir la comunicación de la infoxicación.

Le recomiendo, sea cual sea su edad, tenga hijos, sobrinos o nietos, que vea y comparta el magnífico videoclip que la comunidad escolar del Instituto de Educación Secundaria Ángel Ganivet, de Granada, ha grabado para encarnar la canción 'Si hubiera hablado', del joven rapero granadino Ismael Cervera, cuyo nombre artístico es Annarce. A sus 22 años de edad, ha decidido contar y cantar el continuo acoso que padeció durante la adolescencia cuando, desde los 12 a los 16 años, cursaba la ESO en otro centro educativo, en el municipio de La Zubia, adonde se había mudado su familia. Fue convertido en el pim pam pum de un grupo de alumnos y alumnas, con agresiones y vejaciones de todo tipo, ahondando en su timidez y en su miedo a contar lo que estaba sucediendo. En ese ambiente no tuvo fuerzas para culminar el periodo de enseñanza obligatoria. Y de las causas de tanto dolor rumiado en soledad, de ser tildado un fracasado, no le dijo ni una palabra a nadie. Ni siquiera a su madre. Seis años después, cuando la música se consolida como su espacio de creatividad y la catapulta de su desarrollo personal, se ha atrevido a desvelar el 'bullying' que le machacaba. Lo ha hecho componiendo un rap cuyo punto de partida es la carta que le escribió a su madre (y que no le entregó) para despedirse de la vida cuando solo tenía 14 años, sinrazón desesperada que afortunadamente no consumó.

Alumnos, alumnas, profesoras y madres del IES Ángel Ganivet interpretan en el videoclip todos los perfiles duros y dramáticos de aquellas vivencias lamentables de Ismael Cervera. Actitudes violentas, exclusiones y angustias que la inercia de la normalidad social tiende a valorar como exageraciones bajo el pretexto del 'no será para tanto'. Enhorabuena a la comunidad escolar de ese instituto granadino porque con ese video, que está publicado en Youtube, hace una gran aportación en España a la educación en valores para poner coto a esas conductas, cuyas causas son muy diversas, todas relacionadas con carencias educativas y afectivas en el ámbito familiar y en el círculo de proximidad. Y el mayor de los elogios a Ismael Cervera por desvelar una verdad tan incómoda y transmitir de modo tan certero y aleccionador que ningún niño o adolescente debe optar por callarse. Tienen que confesarlo de inmediato tras sufrir acoso por vez primera. No hay que dar pie a un segundo episodio. La protección no está en el silencio. La verdadera vía para tener ayuda y atajar la violencia es hablar cuanto antes con los adultos que están a tu alrededor, en el centro escolar y en la familia. Hay que convertir el 'Si hubiera hablado' en 'Menos mal que lo he hablado'.