Gimen los lirios
blancos y azules
en el camino
No hay carretas
bueyes ni carreteros
por los senderos
El cielo azul
no tiene simpecado
a quien velar
No se oyen salves,
vivas, ni sevillanas
en la lontana
Los verdes pinos,
se dicen unos a otros
que solos estamos
Llora el Quema
porque no se bautizan
las rocieras
Los arenales
sin huellas ni pisadas
por la mañana
El Guadalquivir
espera a las barcas
con jacas pardas
Desde Sanlucar
no se oyen cohetes
en la marisma
Tampoco oyen
ni flautas ni tamboriles
mirlos y colibríes
Que triste aldea
sin rosario ni misa,
la ermita sola
En las espadañas ,
solas, rezan a coro
blancas cigüeñas.