La vida del revés

¿Son unos fachas los votantes de Vox?

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26 dic 2018 / 12:45 h - Actualizado: 26 dic 2018 / 14:02 h.
"La vida del revés"
  • ¿Son unos fachas los votantes de Vox?

Cuando apareció Pablo Iglesias en el escenario político español nadie quiso construir un cordón de seguridad alrededor de él o de la formación política que lidera. Si alguien levantaba la mano para decir que era simpatizante de Podemos no pasaba nada. Ni se le acusaba de ser un extremista, ni de ser malo para la sociedad española. Los simpatizantes de Podemos nunca tuvieron que ocultar lo que eran ni lo tienen que hacer ahora. Y el populismo de Iglesias es evidente, igual que lo es su extremismo de izquierdas.

Voz irrumpe con fuerza en las instituciones y se convierte en el peligro público número uno en España. Por su extremismo y por su populismo. A todo aquel que levanta la mano para decir que es simpatizante de Vox se le señala y se le califica de facha, de fascista y de loco (¡qué forma de utilizar las palabras sin conocer su significado!). Parece que tengan que avergonzarse de ser lo que son. Los políticos de otras formaciones corren para ponerse frente a un micrófono y manifestar que harán todo lo posible para librarnos de esta especie de monstruo satánico que es Vox. Como si ellos fueran grandes estadistas y defensores singulares de los españoles.

A mí no me parece que los votantes de Vox sean una banda de locos irresponsables o unos fascistas a los que haya que temer. Vox es una opción política más y punto. Si alguien piensa que los fachas de Blas Piñar son algo parecido a los votantes de Vox es que no se ha enterado de nada. Se han presentado a las elecciones como cualquier otro partido político y han obtenido los votos que han obtenido. No hay más. Tampoco me parece que sean una banda de descerebrados los votantes de Podemos. Y ya les avanzo que no voto ni a una ni a otra formación.

Me parecen igual de extremistas; igual de populistas. Y me parece una injusticia que a unos se les rían las gracias y a los otros no se les perdone una. Tener una ideología dentro de los parámetros que marca la libertad, la ley y una convivencia pacífica y sana, nunca debería ser motivo de vergüenza.