Susana Díaz podría ganar a Juan Espadas

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17 may 2021 / 18:52 h - Actualizado: 17 may 2021 / 19:27 h.
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Se está descartando a Susana Díaz en los mentideros políticos de toda Andalucía. Y se está haciendo mucho antes de lo debido. Parece mentira que habiendo vivido los socialistas una situación en la que el ataque frontal, la presión mediática de peso desmedido y la negación de cualquier posibilidad dentro del propio partido sufrida por el que sería presidente del Gobierno pasados unos meses, se sigan cometiendo los mismos errores. Vender la piel del oso antes de cazarlo está prohibido en política. Siempre es prematuro. Siempre.

Es completamente ridículo pensar que Susana Díaz no conserva apoyos dentro del PSOE-A. Son muchos favores los que ha hecho y ha llegado el momento de pasar factura. Algunos pensarán que en política no se pagan las facturas y punto, que pesa más lo que viene que lo que fue; y es cierto salvo que se puedan filtrar algunas cosas comprometedoras. No se puede descartar nada y menos si se trata de un partido que ha gobernado durante casi cuarenta años. Y ha llegado el momento de prometer cargos, favores y, por qué no decirlo, ilusiones renovadas. Que nadie se equivoque con la aritmética de unas elecciones primarias. Las cuentas salen solo a veces. Que se lo pregunten a Soraya Sáenz de Santamaría o a la propia Susana Díaz. Creo yo que el número de favores hechos en el pasado sumados al número de cadáveres políticos que ha dio dejando atrás el presidente Sánchez, da como resultado una cifra enorme y no podemos saber cómo va a influir en el voto final de miles de afiliados. Por otra parte, el desgaste de Sánchez desde que está ocupando su despacho en el Palacio de La Moncloa (aunque nadie se lo quiera decir con claridad) es superlativo. Diga lo que diga Tezanos, Pedro Sánchez tiene problemas con su imagen y con los resultados de su gestión. Para muestra un botón: Madrid. Así, no son pocos los que se lo pensarán dos veces antes de abandonar a su suerte a Susana Díaz y pegarse, sin saberlo, un tiro en el pie.

Susana Díaz conoce bien lo que hay. El candidato Espadas intuye (como mucho) lo que le viene encima. Susana Díaz se encuentra acorralada y ha comenzado a defenderse con uñas y dientes eligiendo las mejores zarpas, es decir, se ha puesto el mono de trabajo y se está dando vueltas por toda Andalucía para pedir el voto de los militantes socialistas. Sin ese trabajo es imposible ganar unas primarias. Y Espadas va con retraso. Le han debido de ofrecer el oro y el moro en el partido y, por lo que parece, confía mucho en eso que le dicen. Si es así, se equivoca. El señor Sánchez puede dejar en la estacada al más pintado. Que le pregunte a Ángel Gabilondo y que ponga las suyas a remojar. Si Sánchez cree que las cosas pueden perjudicarle en esas primarias, pondrá pies en polvorosa.

La renovación en política siempre llega entre miedos, incertidumbres y recelos. Por ello es tan difícil de lograr. La inercia suele ser la candidata más elegida.

Si yo fuera Juan Espadas me andaría con ojo. Y si fuera Susana Díaz seguiría el camino que ha comenzado a transitar.

Tal y como están las cosas, Díaz lleva ventaja a Espadas por muchas razones. Aunque falta un mundo hasta llegar al día en el que se celebren esas primarias, las cosas hoy son como son. Veremos cómo se llega a la meta.