Tamara Gorro se llama la mujer que ha ido vestida a la gala de los premios Ídolo con una calota de látex en la cabeza simulando una calva causada por el efecto de la quimioterapia (eso es lo que dice ella). No tengo ni idea de quién es esta señora. Me dicen que es eso que se conoce con el nombre de influencer. Pues muy bien. Además, dijo que se vestía así por dar visibilidad y homenajear a las enfermas de cáncer. En algún vídeo se le oye decir ‘para que se nos escuche’. Y ella no sabe que ha hecho el ridículo por varias razones y que ha resultado insultante para buena parte de la sociedad incluidas las mujeres que padecen una enfermedad tan traicionera como es el cáncer.
Vayamos por partes.
Para esta señora, la imagen del cáncer se reduce a una calva. ¿Ha pensado esta mujer lo que dice? Y no solo reduce a una imagen casi insultante una enfermedad sino que, además, se pinta como una puerta y se coloca adornos en la calva impostada para quedar más guapa (ella, porque ya me contarán ustedes lo que tiene que ver esa imagen con la del cáncer real, con la de las mujeres enfermas que pasan las de Caín). Personalmente, creo que Tamara Gorro parece más un caramelo que se le ha caído a un niño en el parque y que hay que lavar antes de seguir comiendo. ¿Sabe Tamara Gorro que los efectos de la quimioterapia son muchos más y mucho más terribles que la caída del pelo? Querer reducir los efectos de un tratamiento para intentar curar el cáncer a esto es perverso y muy estúpido.
Tamara Gorro ha intentado justificar su aparición hecha un mamarracho diciendo que el cáncer se cura investigando. Pero no dice dónde hay que enviar dinero, ni cómo hacerlo. Sólo quería esta señora que se hablase de esto y... no lo ha conseguido porque sólo se está hablando de ella y su torpeza. Por cierto ¿qué quiere decir la señora Gorro al referirse a la visibilidad del cáncer? ¿Acaso no es la enfermedad más visible que se conoce? No creo que exista una sola persona adulta que no sepa lo que es y sus consecuencias. Otra pregunta. ¿Creerá la influencer que una vez recibidas siete u ocho sesiones de ‘quimio’ las enfermas de cáncer se ven calvas con cosas en la cabeza y maquilladas? Me temo que no.
El cáncer es terrible y se lleva por delante a miles de personas cada mes. Es una enfermedad demoledora que acaba con la vida de las personas mientras lo padecen y para siempre. No es nada romántico ni bonito, ni motivo de aspectos frívolos de una mujer estúpida que ha querido dar la nota.
El frenesí de todos estos que andan por las redes generando contenido es atroz. Ya no saben qué hacer para poder seguir viajando gratis a los hoteles y recibir a cambio de lo que dicen (muchas veces esto tan cutre) un dinero. Que nadie dude que esto tan escandaloso generará ingresos a Tamara Gorro. Espero que tenga la decencia de enviar hasta el último céntimo a la entidad dedicada a la investigación contra el cáncer que más confianza le dé. Si es que conoce alguna, claro.