Desvariando

Tampoco hemos cambiado tanto

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
21 feb 2021 / 10:06 h - Actualizado: 21 feb 2021 / 10:07 h.
"Desvariando"
  • Tampoco hemos cambiado tanto

Llevamos un año escuchando que la pandemia nos va a cambiar como personas y vemos ningún cambio positivo. Lo estamos comprobando con esto de las manifestaciones en favor del rapero catalán Gayarre Hasél. Es más, creo que por algunas partes del país, de por ahí arriba, determinados colectivos sociales son más animales aún y por aquí abajo, en cuanto nos dan algo más de cuerda nos salimos del tiesto. Imaginen que se vaya el virus de repente y que Sánchez salga en la tele a decir: “Hemos machacado al enemigo, sois libres”. Volveríamos a ser lo que fuimos. Viendo estos días las violentas manifestaciones en la calle, con pedradas a los policías, quemas de contenedores y saqueos de tiendas, y todo por defender a un personaje como Hasél, es lógico preguntarse si de verdad hemos cambiado en algo en el último año. Mira que hemos tenido motivos para echarnos a la calle a liarla, con tantos miles de muertos, el fiasco de las residencias, una penosa gestión –la peor de Europa–, el brutal incremento del paro, el atraco de la luz y el hecho de que ningún gobernante haya renunciado a sus privilegios, y hemos salido a dar la cara por un títere como el rapero. Es el pretexto, está claro, pero manda huevos. No sería de extrañar que para controlar la situación se inventaran una cuarta ola y nos volvieran a encerrar porque ya saben de sobra que nos han domesticado y que lo tienen fácil. Sin embargo, el Gobierno no es capaz de acabar con los vándalos que están quemando parte del país en defensa, dicen, de la libertad de expresión. Y no van contra Pablo Iglesias, el vicepresidente, que ha hablado en el Congreso de crear mecanismos de control para impedir eso, la libertad de expresión. Van contra el mobiliario urbano y las tiendas, y contra la policía y los jueces. Sí, la extrema izquierda, desde 2012, con Rodea el Congreso, que emocionó al entonces profesor Iglesias y hoy vicepresidente del Gobierno, que sigue sin condenar la violencia callejera de estos días. Luego vino lo de Asedia el Congreso, otra vez Rodea el Congreso y Marchas por la dignidad, con heridos y destrozos en la calle. Más tarde ataques a Vox y acoso y derribo contra la presidenta de Madrid. ¿Qué le pasa a la izquierda española? ¿Y qué a esos medios de comunicación que la apoyan sin fisuras, aun sabiendo lo que nos jugamos? Hemos visto los ataques a Vox en la campaña electoral catalana y los vamos a volver a ver en las andaluzas. Al final, como el Gobierno no hace nada para evitar lo que está pasando, lo hará el pueblo y entonces todo saltará por los aires.