Los medios y los días

¿Te qu'Illa por ahí, Salvador?

Image
01 ene 2021 / 04:00 h - Actualizado: 01 ene 2021 / 04:00 h.
"Filosofía","Sanidad","Universidad","Política","Los medios y los días","Marketing"
  • El ministro de Sanidad, Salvador Illa. / E.P.
    El ministro de Sanidad, Salvador Illa. / E.P.

Perdona que te tutee, oh exministro Salvador Illa, pero es que eres como de la familia y ahora mucho más porque anoche miré debajo de la cama y apareció un periodista para decirme que la noticia de 2020 es que te ibas de candidato a Catalunya, condado de Aragón y Marca Hispánica de Carlomagno. Mira, que te vaya bonito, como dicen en las Indias americanas.

Cómo debe estar el PSOE de tu tierra para no elegir al que está allí a pie de tajo y tener que tirar de ti. No te votaría ni aunque me invitaras a rovellons i pa tumaca amb oli catalán con lo que me gusta eso, no tengo necesidad, aquí dispongo del pan de Polvillo, los tomates de Los Palacios, el aceite de Córdoba o de Jaén o de El Molino de Gines y los rovellons que se crían en los pinares de Aznalcázar aunque nadie les eche cuenta desde que mis familiares y conocidos valencianos se me murieron todos. Ay, Salvador, qué feliz he sido cogiendo rovellons con mi padre en los pinares de Aznalcázar.

Salvador, yo no tengo mi habla normalizada y me he atrevido a escribir en andaluz, a mi modo, una frase que he oído desde siempre: ¿Te qu'Illa por ahí, Salvador? Le he añadido tu nombre para personalizarla, como las cartas esas finas del marketing que las llaman también mailing, ya sabes, otra pamplina más porque hoy el que no lanza una palabra en inglés no es nadie. Podía haber escrito Te qui ya por ahí, pero lo de la personalización queda más fino. Mi frase significa en la lengua desnormalizada: “¿Te quieres ir ya por ahí, Salvador?”. Y te lo digo de verdad porque hoy, día 1 de enero, lo que más me importa es que es el santo de mi amigo del alma Manolo, mi mejor amigo, con el que viví tantas cosas igualmente felices, y lo que más me importó ayer fue una charla que tuve por el móvil con un profesor, colega y amigo de la Universidad Rey Juan Carlos, que duró más de dos horas y media. Y además todo ello bajo la luz sólida y concreta de Sevilla que es ahora cuando luce más, olvídate de tópicos como la luz de Sevilla en primavera, ahora es cuando la luz es luz en Sevilla y no deslumbramiento ni cegamiento.

Perdona, pero me he preguntado quién eres tú, si Tarradellas o Alejandro Magno o Gengis Kan o Churchill para que te digan que te vas en plena pandemia y que eso está muy mal o que te vas por motivos electoralistas. Vete y que te aproveche, que te puedas olvidar dando mítines de que, como dijiste, lo podíais haber hecho mejor y evitar algunos muertos que en tu conciencia de filósofo supongo que irán. Si esa evasión electoral te deja, en tu tierra -que tantísimos enteros ha perdido ante el resto de los ibéricos y ante mí que tengo familia allí y catalana pero ya no me apetece nada ir-, en tu terreno, decía, podrás relajarte algo de las pesadillas que has debido vivir en Madrid. Por lo visto te gusta más la política que la filosofía y a los filósofos en política no les ha ido bien porque si son libres de verdad siempre acaban chocando con la medianía de los políticos. Mi maestro principal, Nietzsche, decía, como sabrás, que la política es oficio de mediocres y que el mismísimo Darwin se preguntaría cómo es posible que el mundo no lo lleven los más aptos sino las medianías.

Todos coincidimos en tus buenos modales, en tu buena educación, en tu corrección hablando en las ruedas de prensa y eso hoy, en una sociedad hipócrita y posmoderna, tiene mucha importancia. A mí sin embargo no me convencen tanto los bienhablados, me gustaban más Mojinos Escozíos antes de que su líder, el llamado Sevilla, decidiera autocensurarse. Y me gusta, a veces, cuando alguien manda a alguien a la mierda porque eso de que todas las opiniones son respetables es mentira.

Sin embargo, no se pierde nada con que te vayas, Salvador, porque un buen científico conocedor de la pandemia y de la sanidad en general -que hay bastantes, por suerte para todos-, un buen filósofo de la ciencia con los pies en el suelo, lo harían mejor que tú, siempre y cuando los dejaran ser libres y no les dieran tantas consignas. ¿Sabes por qué no te votaría jamás? Porque no tienes gancho y con eso se nace o no y por el detalle de la fiesta de El Español. Ma da igual que pidieras perdón, un ministro como tú que ha debido vivir en primer plano tanta muerte, tanta tragedia, que debe estar rodeado a todas horas por esos expertos, si va a una fiesta como esa y se salta las normas de seguridad es porque se ha dejado llevar por órdenes de alguien de más arriba o porque es un incompetente y a mí no me gustan los hombres de paja y menos si son más incompetentes de lo habitual, y mucho menos me gustan si están al cargo de una cartera como Sanidad y encima en estos momentos. Así que vete a hacer gárgaras.