Los medios y los días

Todo poder está obligado a perpetuarse

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12 dic 2022 / 04:00 h - Actualizado: 12 dic 2022 / 04:00 h.
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  • Una mujer vota en unas elecciones. / EFE
    Una mujer vota en unas elecciones. / EFE

No me gusta nada la izquierda que gobierna en mi país que se llama España por el momento. Ahora bien, toda esa andanada de críticas que le están lanzando a las medidas ideológicas y estratégicas que está tomando, ¿qué pretenden? ¿Qué persigue eso de echarle en cara a un gobierno que decida poner en práctica medidas ideológicas? Entonces qué va a practicar, ¿medidas florales o medidas textiles?

Supongo -bueno, estoy seguro- que los críticos con el gobierno persiguen una victoria del PP a lo Moreno Bonilla o, como poco, a que le sea posible gobernar con Vox. ¿Creen que los electores van a pensar tanto a la hora de votar en si hay o no sedición o penas más o menos grandes para la malversación? No hay mayor sedición ni malversación que permitir los índices de pobreza y de paro que tenemos en España, someter a los españoles a esta inflación y a este estado anímico depresivo y aliarse con Estados Unidos para seguirle el juego de la muerte que está experimentando una potencia que se resiste a que otras le hagan sombra y la superen. Y de estas realidades son responsables tanto la llamada izquierda tradicional como la derecha. Los problemas no surgen por generación espontánea, sino que se van gestando poco a poco hasta que estallan.

Al mismo tiempo, sabemos por Maquiavelo y otros pensadores anteriores que todo poder tiene el deber de perpetuarse todo lo que pueda, sea cual sea su condición. Eso es lo que está haciendo el PSOE, dar mantequilla a la gente, cañones a Ucrania para que EEUU esté contento y reformando leyes para que el PP no controle las instituciones donde se toman decisiones claves. Entonces van a y los llaman bolivarianos. Nos gustarán o no, pero esas medidas sobre la sedición y la malversación se están llevando a cabo por partidos políticos legales aunque sean separatistas y filoetarras. PSOE, Podemos, Bildu, ERC, etc., representan a más ciudadanos que el PP y poseen más escaños que el PP y que Vox, dos partidos que, junto a Ciudadanos, no tienen ni el valor de fundar -ni de haber construido ya- un frente conjunto de derechas y promocionar una ideología consensuada por el hecho, entre otros, de que el comunismo, históricamente, se lo ha montado mucho mejor que el fascismo y la derecha a pesar de que esa derecha controle la opinión publica a través de la opinión publicada. Qué paradojas.

Me pregunto qué harían el PP y Vox en esta situación si estuvieran en La Moncloa y se sintieran amenazados por una posible victoria electoral de sus contrincantes. Y me respondo: lo mismo que los actuales gobernantes y sus aliados: adaptar todo a sus intereses para no perder los sillones, he ahí la obligación del poder con minúsculas -los políticos- y del Poder con mayúsculas -los inversores mundiales, los que tienen en sus manos a España porque les debemos mucho dinero a todos, sean públicos o privados. España juega a la política, pero no se pertenece-.

Las medidas de la izquierda y sus aliados les van a dar más votos aún en Cataluña, en Euskadi, y aumentará ese voto en otras zonas porque, ya lo he dicho en otra ocasión, más vale pájaro en mano y en la cartera que Feijóo volando sobre nosotros como la paloma de la paz. Los voceros de Feijóo, que son los que le elaboran la agenda y le dicen lo que debe decir, y el mismo Feijóo, hasta el momento, no saben librar la batalla ideológica que está en curso. Van a perder el CGPJ y el Constitucional, se va a reformar todo por lo bajini, la Constitución, los estatutos de autonomía separatistas, lo peor está por llegar si vence Sánchez dentro de un año porque tendrá que pagar el precio mediante el cual ha vencido.

Estamos en el fondo ante un falso bipartidismo. La izquierda lo está levantando aunque tenga los pies de barro, la derecha no, tiene miedo, carece de ideología, igual que la izquierda con la diferencia de que la izquierda posee unos resortes por los que colar su posmodernismo. Lo peor -o lo mejor- está por llegar, va a ser apasionante el mundo que viene, se ve en EEUU mismo, en Alemania, en Francia, en Italia, ya ni siquiera es la izquierda la que quiere asaltar el poder, sólo desea acomodarse en él, la transformación esencial de las cosas se encuentra ahora dentro del sistema mismo, no al margen. En este magma, el problema de España va a ser especial, veremos qué pasa tras una posible victoria de Sánchez, si es que esa victoria le permite gobernar.