Dice Pablo Casado, si le preguntan sobre el espionaje a Bárcenas, que él era un diputado por Ávila en aquellos tiempos y que no tenía responsabilidad, y que pío pío que yo no he sido. No ha dicho nada sobre si estaba estudiando un master aquí en España o en Harvard. No ha dicho nada sobre una posible dimisión.
En España no dimite nadie. Pase lo pase, no dimite nadie. Ni por corrupción, ni por mentir en sede parlamentaria, ni por mentir en la tasca, ni por falsificar el curriculum. Por nada. La política española se está convirtiendo en un estercolero de mucho cuidado.
Que el presidente del Gobierno dice que es doctor en Economía y se descubre que su tesis es una chapuza y que no la ha escrito él... da igual. Que alguien presume de tener un master, y otro y otro, siendo mentira... da igual. Que dices ser licenciado en ciencias exactas y es falso... no importa, lo quitas del curriculum y aquí paz y después gloria.
Resulta vergonzoso que estemos en manos de un grupo de personas que no conocen la moral, que no conocen la ética y que no conocen la dignidad. Han debido perderla hace mucho tiempo y ya no saben ni dónde ni cuándo por lo que no pueden recuperar nada de eso.
En cualquier caso, los españoles ya tenemos una excusa más para justificar cualquier cosa. Yo era diputado por Ávila. Qué bonita contestación. Si no quiere dar explicaciones, si no quiere asumir responsabilidades, ya sabe: yo era diputado por Ávila.