La Tostá

Torbellino de colores

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
29 may 2020 / 08:01 h - Actualizado: 29 may 2020 / 08:05 h.
"La Tostá"
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Como sabrán los lectores, Jerez de la Frontera, que es una de las dos o tres mil cunas del flamenco –han crecido exponencialmente en los últimos años–, proyecta hacer dos museos, el del flamenco y el de Lola Flores. El Ayuntamiento de la ciudad quiere poner el de la Faraona en la Nave del Aceite, en San Mateo, sede actual de la Peña la Buena Gente, que es una institución jerezana que los nativos quieren. El inmueble es de titularidad municipal y el Ayuntamiento los obliga a dejarlo vacío para el citado museo. Naturalmente hay cierto malestar entre aficionados y artistas de la ciudad porque, entre otras cosas, Lola Flores era del barrio de San Miguel y a lo mejor se podría buscar en él un solar apropiado para el museo y dejar que tan excelente peña flamenca siga en la Nave del Aceite. Entre otras razones porque no es nada bueno que el museo nazca con mal rollo. Todos sabemos cómo son las cosas en la tierra de la Macarrona y Terremoto. ¿De verdad que no hay un solar en San Miguel, el barrio de Chacón y Manuel Torres, para montarle un santuario a la más grande del arte y el genio? ¿Por qué son tan complicados a veces los gobernantes? En Sevilla no tenemos estos problemas, porque no hacemos nada. Es decir, aún no hay el más mínimo proyecto de ponerles un museo a artistas como Silverio, la Niña de los Peines, Manuel Vallejo, Antonio Ruiz Soler El Bailarín o Pepe Pinto. No hay nada en Triana, con lo que el arrabal ha dado. Estoy convencido de que si viviera Lola había pegado ya un zapatazo en la mesa del despacho de la alcaldesa de Jerez, porque siempre supo que era la más grande y que merecía los más altos honores. Hubiera elegido el barrio de San Miguel, sin ninguna duda. Así que no se extrañen si se sale de la tumba, se va para Jerez y monta el mingo. “¡Si me queréis, irse!”. Irse a la porra, claro, que buena era Lola cuando se le soltaba la lengua. Veremos a ver en qué queda el asunto, porque, sea donde sea, en la Plazuela, San Mateo o San Miguel, ese museo puede ser algo grandioso para el turismo tanto patrio como extranjero. Sería el primero en hacer cola para ver sus trajes, mantones, zapatos, carteles, discos, películas, carteles...

Pemán ha dicho de mí,
torbellino de colores.
No hay en el mundo una flor
que el viento mueva mejor
que se mueve Lola Flores
.