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La Tostá

Triste final del visueño José el Curita

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
18 sep 2023 / 06:38 h - Actualizado: 18 sep 2023 / 06:44 h.
"Flamenco","La Tostá"
  • José Guerrero Jiménez El Curita.
    José Guerrero Jiménez El Curita.

Cuando por la mañana tuve noticias del accidente en El Viso del Alcor, en la Romería de Santa María del Alcor, en el que un hombre había perdido la vida arrollado por una carreta tirada por bueyes, sentí un extraño escalofrío porque conozco a muchas personas en esa la localidad alcoreña y algo me decía que era conocido. En efecto, por la tarde supe que se trataba del entrañable José Guerrero Jiménez El Curita, un sabio del cante flamenco e insobornable mairenista. O sea, admirador del cantaor Antonio Mairena. Precisamente, el sábado por la noche estuvo en el homenaje que Mairena del Alcor le dio al cantaor aficionado Juan Jiménez El Charri, que fue un éxito de público y arte. El Curita era un enamorado del buen cante y de las antigüedades, aficionado a la lectura y a escribir, a pesar de que era de familia muy humilde, de vaqueros. Me impresionaba su cultura y, sobre todo, su desmedido amor al cante gitano-andaluz, como le gustaba denominar al cante jondo. Decía que descendía de gitanos de la India y, en efecto, por su físico lo parecía. Se le solía ver en el Festival de Cante Jondo Antonio Mairena con su libretita y un bolígrafo para tomar notas.

Triste final del visueño José el Curita
José Guerrero Jiménez El Curita.

Adoraba las tradiciones y costumbres populares de su pueblo y, cosas del destino, ayer perdió la vida de manera trágica en la Romería, que tanto le gustaba y a la que nunca faltaba. Triste final, sin duda, para un gran hombre del pueblo, sencillo, culto, enigmático y fundamentalmente bueno. Hablabas con él de cante jondo y te quedabas maravillado de lo que sabía, sobre todo de los cantaores gitanos. Conocía los estilos y los matices de cada palo mejor que el crítico más versado, pero no abusaba de sus conocimientos. La Peña Flamenca el Rincón del Pilar, su peña, le dio un homenaje hace unos quince años, cuando estaba en la calle Corredera, del que presumió siempre por el amor que le tenía a todo lo de su pueblo. Era un visueño de la calle más antigua de este pueblo, Albaicín, comprometido desde muy joven con la cultura. Pariente de Capote padre, el del menudo, por añadir más datos de este hombre tan peculiar al que siempre admiré por su sencillez, humildad y sensibilidad para el arte y la cultura. La muerte madrugó ayer en El Viso del Alcor para llevarse a uno de sus hijos más ilustres, al entrañable Curita, al que nunca vamos a olvidar.


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