Los medios y los días

Un gran debate

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05 ene 2020 / 09:13 h - Actualizado: 05 ene 2020 / 09:20 h.
"Los medios y los días"
  • Un gran debate

Aunque los tertulianos tengan su trabajo y cumplan con las consignas de los lobbies de poder que los sostienen, en general no hay mucho que decir en relación con la primera parte del debate sobre la investidura de Pedro Sánchez, salvo que fue un gran debate donde los políticos de Las Cortes me sorprendieron gratamente por la competencia profesional que mostraron.

De nuevo las dos Españas frente a frente, la del siglo XIX con raíces en el siglo XVII y antes, y la del siglo XXI. Lo que hay que ver ahora es si al final resulta vencedora la segunda de ellas y además sin traumas sociales ni bélicos sino a través del diálogo que significa ni para ti ni para mí sino para la España que precisa ser una potencia en el siglo de la Inteligencia Artificial.

Brillante Pablo Iglesias, brillantísima Inés Arrimadas en su debut, gris Casado y Sánchez sin dignidad ante la espléndida intervención de Rufián que le dijo aquí en España mandamos nosotros y Sánchez ni le replicó por más que se lo echó en cara Arrimadas. Porque se puede negociar y se va a negociar con ERC, pero chulear a España habiendo bajado en votos y por el hecho de que una ley electoral premie a los nacionalistas, es demasiado para España, es para que Sánchez le diga os vais a tomar por ahí y me voy con el PP y con Ciudadanos. ¿Por qué no lo hace?

Tal vez porque la derecha española no tiene otras alternativas que el palo y tentetieso y el neoliberalismo. La primera de ellas sería una catástrofe para España y la segunda ha demostrado que significa una especie de suicidio para el propio sistema de mercado porque se está cargando a la gran población consumidora.

Dicho esto, que haya suerte, es un momento histórico, realmente histórico, se intenta corregir la componenda de la Transición y a ver si evitan ya sus señorías llamar fachas los unos a los otros y comunistas y chavistas los otros a los unos porque uno puede ser en su pensamiento y en su ética aquello que su razón le dicte.