La Tostá

Una casa flamenca para Antonio Carrión

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
23 nov 2021 / 07:40 h - Actualizado: 23 nov 2021 / 06:32 h.
"La Tostá"
  • Una casa flamenca para Antonio Carrión

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Muy pocos pueblos de España miman tanto el flamenco como La Rinconada, y en concreto, el barrio de San José. Esta tarde se inaugura la Casa del Flamenco y su Ayuntamiento decidió que llevara el nombre del guitarrista sevillano Antonio Carrión, que aunque no es rinconero de nacimiento, sino del barrio sevillano de San Jerónimo, llegó de niño a San José y a todos los efectos es de este pueblo en alma y corazón. Su padre, Carrión de Mairena, es un veterano cantaor de Mairena del Alcor, capaz de hacer doce palos sin despeinarse. Recuerdo ver a Antoñito Carrión acompañar a su padre a la guitarra cuando casi no podía con ella. Nuestro guitarrista, pues, pudo nacer en Mairena, la tierra del gran Antonio Cruz García, donde no hay tradición guitarrística, sino de cante jondo. Como guitarrista, Carrión es de los más destacados en la faceta de acompañamiento, que no es fácil, aunque pueda parecer que sí. Saber mucho de cante es esencial para ser bueno en esta faceta y Antonio es tan buen cantaor como guitarrista, aunque canta solo en momentos especiales o ante amigos en una reunión. Es un artista total, capaz de acompañar al mejor cantaor y al aficionado que empieza, en el mejor teatro del mundo o en una sencilla peña flamenca del último pueblo de la España vaciada. Un día lo puedes ver en el aeropuerto de Barcelona y al día siguiente te lo puedes encontrar en Montellano, Las Cabezas de San Juan o Adra. Nadie ha hecho tantos kilómetros como Carrión, ni tantos recitales en peñas acompañando a Manuel Mairena, Curro Malena, José Menese, El Chozas, Carmen de la Jara, Chano Lobato o Manuela Cordero. Por tanto, Antonio merece que la Casa del Flamenco de San José de la Rinconada lleve su nombre. Por artista, por persona y por buen rinconero. Siempre ha estado ahí cuando ha hecho falta, en su pueblo. Igual que está siempre para cualquier compañero o amigo con problemas, dispuesto a poner lo mismo su guitarra que su dinero. Un ser humano como él tenía que ser forzosamente reconocido y lo está en su pueblo, que no es fácil. Un pueblo con gobernantes sensibles para el flamenco, algo que he podido comprobar en los cuarenta años que llevo escribiendo sobre este arte. La Casa del Flamenco lleva ya el nombre del maestro Carrión porque quienes gobiernan en La Rinconada son políticos serios y comprometidos con nuestro arte más universal. Y porque se lo ha ganado a pulso, claro, con la guitarra y dándolo todo por su pueblo. Felicidades, maestro. Muy orgulloso de usted y muy feliz.