Desvariando

Una cruz en la marisma para Villalba

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
05 mar 2022 / 09:40 h - Actualizado: 05 mar 2022 / 09:56 h.
"Desvariando"
  • Acto en memoria de Manuel Villalba, donde se ha proyectado la obra «Una cruz en la marisma», de Juanma Suárez. @aytocoriario
    Acto en memoria de Manuel Villalba, donde se ha proyectado la obra «Una cruz en la marisma», de Juanma Suárez. @aytocoriario

Desde hace mucho tiempo solo voy a actos, espectáculos o películas que sé que me van a emocionar. Ya no suelo perder el tiempo, porque cuando vamos cumpliendo años, y tengo ya unos cuantos, el tiempo es oro. No estaba invitado, pero ayer decidí ir al Ayuntamiento de Coria del Río a la presentación del documental Una cruz en la marisma, del director coriano Juan Manuel Suárez, sobre el torero local Manuel Villalba, que falleció el 13 de noviembre de 2020 en la localidad ribereña. Todo un personaje, sin duda, más allá de su fama como matador de toros. Alguien dijo en la presentación que fue algo más que un torero y el documental, sencillo pero muy emotivo, así lo retrata. El joven y ya reconocido director coriano contó, ayudado por su padre, Juan Manuel Suárez Japón –ex consejero de Cultura de la Junta de Andalucía–, que grabó lo necesario para la obra con su cámara de fotos sin pensar para nada en que el material audiovisual llegaría a convertirse en un documental. Como torero, Manuel Villalba era un exponente de la llamada Escuela Sevillana, con éxito en Cataluña y Sevilla. Pero el documental no retrata solo a un torero de corte clásico, sino a un personaje popular que amaba el campo y a los animales y que dejó huella por su calidad humana, sentido del humor e ingenio. En el acto, además de los citados, estuvieron familiares y amigos, que contaron, con una emoción desbordada, anécdotas y vivencias, como su sobrino José Manuel Villalba o el poeta de Villanueva del Ariscal José león, que leyó un precioso y sentido poema en su memoria. Hubo lágrimas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, que se llenó por completo, y todos salimos convencidos de que el maestro no será jamás olvidado en Coria ni en la marisma, donde descansan sus cenizas. Una de las escenas más bellas de la obra es la que lo muestra toreando solo en la marisma, sin toro, de muleta y con un contraluz de ensueño. Yo, que no soy precisamente un taurino, aunque me llega, me emocioné tanto viendo la escena, que no quería que encendieran la luz. Hubo algo mágico en ese rato, como si Manuel estuviera presente riéndose hasta de su sombra, como solía hacer. Todos, hasta el señor alcalde, Modesto, teníamos un nudo en la garganta. Solo se muere lo que se olvida y por lo visto ayer, será difícil que un personaje como Villalba deje de estar vivo en la memoria de los corianos. Vivo en la marisma y no habrá día que no recuerde esos muletazos al sol.