La vida del revés

Una faena más para la hostelería

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19 ene 2021 / 10:31 h - Actualizado: 22 ene 2021 / 08:37 h.
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  • Fernando Simón. / EFE
    Fernando Simón. / EFE

Fernando Simón dice que «podríamos estar entrando en fase de meseta o descenso» de esta tercera ola de la pandemia. Hace muy poco tiempo (días) no tenía muy claro que estuviéramos en plena tercera ola. Y, ahora, resulta que la estamos terminando.

Nadie tiene dudas sobre la dificultad de gestionar una pandemia como esta que ha provocado el SARS-CoV-2. Las complicaciones son muchas y enormes. Desde el primer día, se ha perseguido al coronavirus sin saber qué estaba pasando; desde el primer día, se han tenido que afrontar algunas cosas como si fuéramos pollos sin cabeza. Pero ya es tiempo de, al menos, ser prudentes.

Nadie tiene dudas sobre las dificultades de aparecer en televisión, cada día, para contar lo que está pasando (sin saber lo que está pasando). Han sido tantas las sombras y los errores en la gestión que ser portavoz de algo como esto es lo peor que le puede pasar a cualquiera. Pero, en este caso, también, ya es tiempo de ser prudentes.

Ahora, resulta que «la medida que ha tenido un impacto mayor ha sido el cierre del interior de los bares». Ahora resulta que las reuniones familiares no han causado un repunte inmenso de contagios; ahora resulta que esos contagios en el ámbito familiar han pasado de ser la principal causa a no serlo, que las navidades han tenido poco que ver en todo lo que está pasando; ahora resulta que es la hostelería la que se lleva la peor parte y el dudoso honor de ocupar un lugar de privilegio en el podio. Es bueno recordar que esta es la misma hostelería que había que disfrutar en verano cuando según Sánchez habíamos logrado vencer al virus.

Que Fernando Simón diga esto es una faena descomunal para los hosteleros. Si les iba mal puede que, en el futuro, les vaya mucho peor. La sangría de empleos perdidos, de locales cerrados y de pérdidas, es abrumadora. Se pueden haber aplastado las pocas esperanzas que les quedaban a muchos de ellos.

Soy de los que piensa que España debe buscar alternativas al modelo económico y productivo actual. Un país no puede depender del turismo y la hostelería hasta niveles tan peligrosos. Pero, de momento, es lo que tenemos; miles de familias viven gracias a la hostelería; y no se puede ayudar a que un sector quede arrasado. El coronavirus ya se está encargando de ello y las ayudas, desde los micrófonos y las pantallas de televisión, sobran.

Son muchas las causas de contagios. Son muchos los lugares en los que se producen. Es mucho todo y muy impredecible. El mismo Simón ha tenido que ir saliendo adelante como buenamente ha podido. Mascarillas sí, mascarillas no; de repercusión mínima de la Covid-19 a olas letales y descontroladas... Seamos prudentes y comprensivos. Todos. Son malos tiempos y no debemos empeorar las cosas.