La Tostá

Una feria sin alcohol

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
24 ago 2019 / 09:24 h - Actualizado: 24 ago 2019 / 10:29 h.
"La Tostá","Consumo de alcohol","Menores"
  • Una feria sin alcohol

Que el consumo de alcohol entre los menores de edad es un problema grave de nuestra sociedad, es sobradamente conocido pero seguimos celebrándolo todo con alcohol. En España tenemos una juventud bebedora, el consumo se ha disparado en el último año y parece que no va a disminuir. Ante este panorama, que en la Feria de Marchena exista una caseta libre de alcohol para menores es de las mejores noticias del año. Según nos contaba la compañera Sara Rojas Abadía ayer mismo en este mismo diario, cualquier joven marchenero de entre 12 y 18 años puede ser socio o socia de esta caseta, Marchena Joven. Una local en pleno recinto ferial sin alcohol, drogas ni tabaco. ¿Y por qué no? La última vez que estuve en una feria de pueblo regresé a casa escandalizado de la cantidad de jóvenes –menores entre ellos–, que andaban borrachos dentro y fuera de las casetas, tirados en el suelo o metidos en algún fregado de orden público. Las ferias nacieron como fenómeno industrial y, por tanto, económico, pero hoy son sinónimo de celebración y en España, como en el resto del mundo, lo celebramos todo con alcohol. En Palomares del Río, donde me crié, lo primero que se buscaba para celebrar un bautizo era una garrafa de vino a la que, por cierto, teníamos acceso los niños de entre 12 y 16 años. No se veía mal que Manolito, Pedrito o Antoñito se estrenaran como futuros bebedores y ya se bromeaba sobre si llegaría o no a ser un buen ejemplar de catador etílico. Por tanto, estamos criados en la cultura del alcohol como algo ligado a las celebraciones: bautizos, bodas, cumpleaños, mayorías de edad, etc. Llegas a una fiesta y el hecho de que no bebas se puede entender como que no estás a gusto o que desprecias la hospitalidad y generosidad de los organizadores de la fiesta. Y si no quieres beber, porque no lo haces nunca o solo en contadas ocasiones, te tienes que ir a casa. Que exista una caseta sin alcohol en la Feria de Marchena es una estupenda iniciativa, porque ningún joven que no suela tomar alcohol se va a sentir arrinconado. Como los jóvenes se imitan entre ellos, que cunda el ejemplo.