En la Junta de Andalucía ya han decidido que Ricardo Pachón sea el nuevo director del Instituto Andaluz del Flamenco, por ser el que mayor puntuación ha reunido para serlo mediante convocatoria pública. Ahora hay que esperar a las alegaciones del resto de los presentados, pero esto pinta mal. Digo que pinta mal porque no es ni mucho menos una buena noticia que Pachón vaya a ser el director IAF, al ser un sectario del flamenco y decir cosas como, por ejemplo, que, “a día de hoy, para cantar hay que ser gitano”. O sea, que si este señor va a manejar un presupuesto para promocionar y difundir el flamenco, el que no sea gitano de padre y madre se va a tener que dedicar a otra cosa. ¿Se acuerdan de cuando era Paco Vallecillo el asesor de flamenco de la Junta? Pues esto va a ser peor porque Pachón desprecia todo lo que no sea gitano. Llegó a descalificar de manera miserable a Enrique Morente por ser gaché, es decir, por no ser gitano. Piensa que lo de cantar el arte andaluz es cosa de calés y no de cualquier parte, sino de Andalucía la baja. Incluso llegó alguna vez a despreciar a provincias andaluzas, como Málaga, por dar nada más que verdiales y malagueñas, demostrando una enorme ignorancia. Es verdad que ha sido un productor de éxito, de obras emblemáticas de Lole y Manuel, Camarón o los hermanos Amador, pero en realidad sabe poco y, encima, es un sectario insoportable. Pero si ha habido un concurso público, se ha presentado y ha sacado mejor puntuación que los demás, adelante. Lo único que le faltaba al flamenco es Ricardo Pachón en la Junta, con poder y un presupuesto. Es una muy mala noticia.