Urbanizar con criterios verdes

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07 feb 2023 / 11:07 h - Actualizado: 07 feb 2023 / 11:08 h.
  • Urbanizar con criterios verdes

Me sobrecoge pensar que, en los últimos 30 años, la superficie forestal del planeta se ha reducido en más de 420 millones de hectáreas. En las afueras de nuestras ciudades, la “cementificación” no se detiene. Nuevos barrios, nuevas barriadas se van comiendo el campo; además, con el agravante que no siempre se planifican espacios verdes en estas urbanizaciones, algo que sería fundamental para la salud física y mental de los residentes.

Según los expertos las personas deberían ver al menos tres árboles desde sus ventanas, el barrio tendría que tener al menos un 30% de zonas verdes y sela vivienda tendría que estar a unos 300 metros de un parque. Indiscutible, la importancia del arbolado en las ciudades es primordial en términos de sostenibilidad medioambiental y salud de las personas.

Con demasiada frecuencia, alrededor de nuestras ciudades, vemos edificios que se alzan uno al lado del otro sin proporcionar espacios verdes adecuados. Sin embargo, los confinamientos por la pandemia del COVID deberían habernos enseñado cuán vital es para nosotros incluso el contacto visual con la naturaleza. Es saludable de por sí, abrir el balcón o la ventana y posar nuestra mirada en el árbol que tenemos en la calle.

Por otra parte, me envía un amigo un estudio reciente sobre la capacidad termorreguladora de los árboles y su importancia para el microclima urbano donde se especifica que las zonas arboladas de las ciudades se mantienen entre 2 y 4 veces más frescas que los espacios verdes urbanos sin árboles. La conclusión es que cada barrio de la ciudad debería tener al menos un 30% del área cubierta por árboles. Se trata no solo de mantener un mejor microclima, sino de procurar mayor bienestar físico y mental a los habitantes.

Los parques urbanos, son un ‘pulmón' de las ciudades, combaten la contaminación, favorecen la biodiversidad y facilitan el control de la temperatura y la humedad. Tener un parque cerca de nuestra casa nos empuja a salir, a pasear, a correr... y si salimos de nuestras casas se ponen también los pilares de una benéfica socialización. Además, respirando aire limpio y moviendo los músculos, mejoramos la salud porque nos ayuda a reducir la grasa corporal, aumentamos la liberación de serotonina, favorecemos la síntesis de vitamina D, reducimos la tensión arterial y mejoramos la salud del corazón y los vasos sanguíneos, algo tan importante que nos ayuda a tener menos necesidad de cuidados médicos, nos mejora la salud mental evitando visitas al psicólogo y reducimos el uso de medicamentos.

El mundo se urbaniza cada día más y más y, con tanta “cementificación” sin compensarla con verde en nuestro entorno, ponemos en riesgo nuestra salud. No olvidemos que un árbol grande puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año, los árboles son además excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas; por tanto, pidamos a los gobernantes que urbanicen creando las necesarias zonas verdes, que planten muchos árboles porque el desarrollo urbano acompañado del concepto de sostenibilidad hace que las ciudades sean más resistentes, resilientes y saludables. Un árbol es un ser que vive para darnos vida.