Desvariando

Vengan ya esas vacunas

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
26 dic 2020 / 07:48 h - Actualizado: 26 dic 2020 / 07:50 h.
"Desvariando"
  • Vengan ya esas vacunas

Creo que es un acierto que no sea obligación vacunarse, porque así nos vamos a vacunar más ciudadanos y eso será bueno para todos, o al menos es lo que dicen los expertos, y llevarán toda la razón. Además, es que el que no se vacune va a tener problemas con toda seguridad y puede acabar siendo un marginado social y laboral. Incluso para las relaciones sexuales. ¿Estás vacunado? ¿Qué no? Pues ni hablar del peluquín. Y a ver qué haces entonces sin mojar. Espero que me llamen para ser vacunado y no me voy a negar. Es más, presto mi cuerpo para que me pongan todas las que vaya a comprar o haya comprado ya el Gobierno, y lo hago convencido de que todo va a ir bien. Que hay algún problema, siempre tendremos la eutanasia, que para eso se han dado tanta prisa en aprobarla sin consenso y con parte de la sociedad en contra de la nueva ley.

Lo que no entiendo es por qué vamos a tardar tantos meses en estar vacunados todos los españoles que queramos hacerlo, si la inmunidad colectiva va a ser el remedio. Si estoy vivo es probablemente por aquella vacuna que me pusieron hace medio siglo en la paletilla izquierda, cuya señal es aún visible. De no vacunarme hubiera muerto de varicela o sarampión, dos enfermedades muy graves. Más de cien mil niños murieron de sarampión en el mundo hace dos años y ni nos enteramos. La mayoría menores de 5 años y de las regiones más pobres del mundo, con problemas de malnutrición. Es decir, que dudar de la eficacia de las vacunas contra el coronavirus es una tontería y hemos tenido la suerte de que en pocos meses han creado varias. Lo mismo hubiéramos tenido que esperar cinco años y en vez de setenta mil muertos, como llevamos, en ese lustro habría un millón.

Me voy a vacunar no por salvar la vida, que ya saben que no le tengo mucho aprecio, sino por salvar la de los demás. De hecho, pasé solo la Nochebuena y pasaré también solo la Nochevieja, en el campo, para no poner en riesgo la vida de mi familia o amistades. Digamos que me he tomado esto de una manera responsable, como hay que hacerlo, aunque no crea muchas cosas de esta pandemia tan extraña. Y me parece impresentable que se hagan chistes sobre una enfermedad que no solo ha matado a casi cien mil personas, sino que está arruinando al país. Decenas de miles de criaturas mayores han tenido una muerte horrible y no han podido ni siquiera irse en presencia de sus familiares. ¿Y vamos a dudar de si vacunarnos o no, cuando sabemos que podemos evitar más muertes y más ruina?

Un nuevo dato sobre el sarampión. En 1980, esta contagiosa enfermedad causaba más de dos millones y medio de muertos cada año en el mundo. Treinta años después, la vacuna evita entre diez y quince mil muertes al año. Vengan ya esas vacunas contra el coronavirus, y dejemos de hacer chistes.