Ojana in Excelsis

Viernes de luto para el ocio nocturno

Image
Juanmi Vega @Juanmivegar
08 oct 2021 / 04:00 h - Actualizado: 08 oct 2021 / 04:00 h.
"Ojana in Excelsis"
  • EFE
    EFE

Otro fin de semana más, los empresarios del ocio nocturno viven su particular vía crucis. La normalidad ha vuelto a la mayoría de las diversas esferas de nuestra vida excepto en este tipo de negocios.

Entiendo la queja de estos sectores. Ellos están viendo que los aviones van atestados de personas al igual que los trenes, las procesiones de vuelta a las calles, partidos de fútbol, corridas de toros, teatros y cines llenos, pero ellos tienen que cumplir unas normas demasiado duras para la etapa de la pandemia en la que estamos.

No tiene sentido que todo el mundo tenga que estar sentado y no puedan bailar, pero puedas estar en un local comiendo con alguien pegado a tu espalda. O en una bulla con alguien fumando al lado. Tampoco tiene mucho sentido esos horarios de cierre que empujan al botellón.

No nos olvidemos que muchas discotecas están recogiendo lo que sembraron. Estas salas no querían clientes con botines y camisetas, y ahora lloran porque no les gustan las normas de la Administración. Es curioso que, cuando en la puerta te quejabas porque veías injustas esas normas de acceso, la discoteca te contestaba con un “es lo que hay”.

El problema es que ese “es lo que hay” también se lo están comiendo las salas que son un páramo de igualdad y libertad. Todos sabemos a qué discotecas me refiero. No hace falta dar nombres.

En su libertad para poder dejarnos entrar está la mía para elegir si voy o no. Yo tengo claro que volveré a estas salas cuando las normas nos dejen disfrutarlas. Eso sí, volveré a entrar en el garito con zapatillas y camiseta. Los náuticos para la playa.