Wenceslao Fernández Floréz. Toma la vida con humor

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25 may 2020 / 07:40 h - Actualizado: 25 may 2020 / 07:42 h.
  • Wenceslao Fernández Floréz. Toma la vida con humor

Escritor, periodista con humor fino y satírico. (La Coruña, 1885-Madrid, 1964).

Wenceslao era declaradamente liberal. Algunos de sus rasgos atisban a García Márquez.

Sus trabajos, transmiten un total escepticismo, hacia un mundo que cambia, pero sólo superficialmente, y descuida valores espirituales y morales eternos.

“¡Qué país, Señor, qué país! Entonces, ¿qué cabe hacer en él? La vida humana ya no merece el menor respeto, la justicia se condiciona a la política, la autoridad toma partido por un grupo, los transeúntes se juzgan por sus vestiduras y se cruzan miradas de desafío, el odio se expande y se infiltra como un gas en toda la vida española;”

“¡Extraño mundo éste del toreo! Como la muerte lo preside, a veces horripila y a veces emana de él una aleccionadora trascendencia. Nunca se podrá encontrar en el fútbol un tema de honda meditación. En el toreo, sí.”

No entiendo como 24 personas corren detrás de un balón vestidos con absurdas calzonas...por favor que le den un balón a cada uno.

“¿No podría aplicarse a los toros el sistema de secciones, que ya se utilizó en el desaparecido género chico?.. Medítenlo. Seis toros, seis secciones.

El que no alcance a pagar 18 duros, pagará tres; por 15 pesetas entra en la plaza, ve un toro, grita, bebe una gaseosa, fuma un puro -todo esto que se hace en los toros-, tira su sombrero a la arena, y sale. Como lo único que se soporta en las corridas, con suficiente ánimo, es el primer toro, cada espectador gozaría la ventaja de ese toro tolerable y se marcharía sin llegar a padecer la depresión espantosa de una corrida entera. ¿Por qué seis toros, ni cuatro, ni tres? Vayamos al toro único -como se fue al plato único-, resueltos, heroicos y confiando en momentos mejores.

Si no se hace así, aún hay otros recursos. Ahora se pica tres o cuatro veces y se ponen tres o cuatro pares de banderillas. Bueno, pues pongamos nada más que una pica y medio par de rehiletes, y que los diestros, den dos pases naturales y ni uno más. Yo pienso que así resultará todo menos caro. Y otra cosa: en vez de regalar al diestro las orejas y el rabo -que no sé para qué quiere-, córtese de cada res lidiada una libra de carne para cada uno de los cuarenta padres de más numerosas familias que asistan a la fiesta.

En fin..., algo por el estilo...”

En el secreto de Barba Azul (1923) ya anticipó ,el concepto “la justicia es un cachondeo”: El Proceso contra Teodoro Fuch:

"En todo el país no hay quien no conozca el proceso contra Teodoro Fuch por el robo de una gallina. Me han visitado muchos periodistas para celebrar conmigo interviews, he firmado más de quince mil tarjetas postales, álbumes y abanicos y se ha hablado de mí en el Parlamento. No soy vanidoso, y puedo asegurar que cuando robé la gallina no presumí que intervenía gravemente en los destinos de la nación. Pero ocurrió así, y poco se lograría con ocultarlo. Si la vieja criada no se hubiese asomado por la ventana de la cocina, nada de lo que pasó sería posible. Se asomó y prorrumpió en gritos: ¡Al ladrón, al ladrón! Entonces salté la empalizada y eché a correr sin abandonar la gallina. Volvía la gente de presenciar una gran parada a la que había asistido el Rey, y la Avenida era como un río humano... Miles de personas... Atravesé entre ellas con la gallina en la mano. Me cogieron, lejos ya, y comenzaron a incoar el proceso.

El fiscal citó dos mil trescientos ciudadanos que me habían visto correr entre ellos; mi abogado, cuatro mil ciento siete personas que no me habían visto, aunque también pasaban en aquel momento por la Avenida. Las declaraciones de unos y otros consumieron todo el papel que pudieron producir tres fábricas del reino, una legión de escribientes consignaron, cosieron y foliaron los pliegos. Tres veces comenzó a celebrarse el juicio y otras tres hubo de ser suspendido, porque no hay posibilidad de que acudan todos los que declararon en el sumario.

Las dietas a los jurados y a los testigos se elevaron a una cantidad tal, que el presupuesto del Estado liquidará este año con déficit. Un periódico ha calculado que con lo que se gastó en sustanciar el robo de la gallina se podían haber adquirido un millón de avestruces.

El partido liberal, que está en la oposición, agregó a su programa esta cláusula: i "Sobreseer el ruinoso proceso de la gallina, que arrastra a la nación al desbarajuste económico." Pero el partido conservador quiere a todo trance que continúen los procedimientos de la justicia histórica.

El preso acentuó su aire de importancia:

-Tan cierto como que me he de morir -siguió-, es que tuve aquí, en esta cárcel, delante de mí, al excelentísimo señor ministro de Hacienda. "Teodoro -me dijo-, las puertas de la prisión están abiertas para ti: huye."

-"Gracias, excelencia -le contesté-; me encuentro perfectamente y no abandonaré mi celda si no se me indemniza con generosidad."

Entonces el ministro me miró con lágrimas en los ojos. "¡Fuch -aseguró tristemente-, tendremos que hacer un nuevo empréstito por tu culpa; tú llevas el país a la miseria!"

Y se marchó sollozando."

A veces decía cosas serias. Ahora que la receta vuelve a ser pan(renta mínima) y futbol:

¿Qué concepto le merecía el público del futbol?

“–Es peor que el de los toros, como traté de explicar ya en una de mis crónicas. Porque es injusto, apasionado, esclavo de sus devociones, intransigente y propenso al insulto y hasta la agresión.”

Humor con tomate.