Comentario bíblico

XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)

Mal 3,19-20a; Sal 97,5-6.7-9a.9bc; 2Tes 3,7-12; Lc 21,5-19

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17 nov 2019 / 05:00 h - Actualizado: 17 nov 2019 / 05:00 h.
"Comentario bíblico"
  • XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)

Con la respuesta de Jesús a los discípulos, en la que se rechaza la inminencia del final de los tiempos, historizando ciertos acontecimientos que se consideraban apocalípticos, no se da la espalda a la escatología, sino que se la organiza según el designio divino. Se establece una distinción crucial entre la conmoción final apocalíptica que afectará a todo el cosmos, y la prueba del tiempo presente: la persecución que se abate sobre los cristianos. Esta última se origina por el rechazo del mundo a la unión con Cristo que percibe en los creyentes, y ha de desembocar en el testimonio de estos últimos. Por su parte, la consumación final otorga a la realidad su estado definitivo. Caracterizada por la manifestación de Dios, tal como muestra Malaquías, la irrupción absoluta de la divinidad se expresa en dos imágenes: el horno (Gn 15,17) y el sol, que tienen en común los rasgos semánticos de la luz y el calor. Sirven para mostrar que una misma realidad marca un doble destino entre los hombres. Para el mal (principio incompatible con Dios) y quienes lo practican, el contacto con el Santo es demoledor. En cambio, ante el bien y los que se ejercitan en él, la auténtica Justicia es iluminadora y curativa.

Orar con la Palabra

1. El tiempo de la Iglesia signo de persecución.

2. La persecución test de fidelidad a la Palabra.

3. El sí final de Dios que ilumina y cura.