Pasa la vida

¿Y ahora no nos unimos en los balcones?

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
20 dic 2020 / 04:00 h - Actualizado: 20 dic 2020 / 04:00 h.
"Pasa la vida"
  • ¿Y ahora no nos unimos en los balcones?

Ya es hora de que procedamos a desconfinar los balcones para la fraternidad. No es imprescindible evocar el espíritu navideño para activar, en la encrucijada de festividades y cambio de año, el efecto mariposa de promover al menos un par de mediodías de aplausos a los sanitarios, complicidad con el vecindario y compartir buenos deseos. ¿Ya se nos ha olvidado unirnos en los balcones para propiciar una contagiosa ola de solidaridad y empatía? ¿Ya no se va a cantar a coro el 'Resistiré', cuando aún nos quedan al menos seis meses muy peligrosos y trágicos?

Ningún gobierno ha prohibido salir a los balcones sin mascarilla. Ningún bando municipal ha establecido que durante las próximas tres semanas el uso de los balcones esté reservado únicamente para el tránsito de Papá Noel y los Reyes Magos por los hogares. Abrámoslos de par en par para habitarlos y recordar con respeto a tantas personas que han fallecido a causa de la pandemia. Para hacerles una transfusión de energía a quienes han sobrevivido al ataque multiorgánico del coronavirus y están renqueantes por las secuelas. Para rendir tributo de agradecimiento, admiración y apoyo a todos los profesionales de la medicina, la enfermería y la ciencia que están sosteniendo el sistema público de salud en un contexto personal y laboral muy duro. Para ovacionar a tantos docentes que se han esforzado y esmerado por sistematizar que la educación en colegios fuera día a día una vivencia segura.

Quienes también merecen un aplauso especial son los niños y niñas. Sin duda, quienes han demostrado mayor madurez para cumplir siempre las normas de prevención ante el coronavirus. En casa, en la calle, en el colegio, en los parques, en los espacios de comercio y ocio. Cuántos niños y niñas le han llamado la atención a los adultos por no comportarse correctamente y poner en riesgo su salud y la del prójimo. En estas Navidades sin cabalgatas, convoquemos una balconada generalizada para que los niños y niñas disfruten, sorprendidos, de los aplausos que les dedican los mayores como regalo colectivo, fruto de lo que ilusiona su actitud.

Llegará el día en que entiendan como adultos todo el significado que subyace a una de las frases que mejor explican la España del 2020. “Sean ustedes mejores de lo que somos sus gobernantes”. Pronunciada el pasado 17 de diciembre por Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, en un rapto de sinceridad durante el carajal de cambios de normas, aperturas, restricciones, disparidad de criterios, pronunciamientos de cara a la galería y contradicciones a granel que han jalonado la gobernanza estatal y autonómica durante la cuenta atrás de noviembre y diciembre para comerse el turrón. Tan temeraria que da vértigo pensar en una coronavírica cuesta de enero.