La Tostá

¿Y si habláramos todos?

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
17 sep 2021 / 08:11 h - Actualizado: 17 sep 2021 / 08:13 h.
"La Tostá"
  • Profesor acusado de abusos sexuales a cuatro alumnas. / EP
    Profesor acusado de abusos sexuales a cuatro alumnas. / EP

TAGS:

Últimamente estoy viendo en distintos medios de comunicación que muchos españoles, ciudadanos normales o artistas, están denunciando que de niños sufrieron malos tratos o abuso sexual. Que alguien de 70 años denuncie ahora que con 10 un vecino le tocó la pilila es conmovedor pero seguramente ese vecino ya murió y la denuncia serviría de poco. Todas las personas tendríamos alguna experiencia desagradable que contar y a lo mejor es bueno que la contemos para sentirnos mejor y de paso animar a otras personas a denunciar también, quizá a los jóvenes. Lo que me parece zafio y vergonzoso es que alguien se vaya a un programa de televisión a decir que de niño fue objeto de abusos por parte de alguien de su familia o de algún desconocido. Y sobre todo que lo haga por dinero, lo que ocurre con frecuencia. Alguna experiencia tuve de niño, que me hizo daño. La persona vive todavía, pero han pasado tantos años, más de medio siglo, que cuando recuerdo la historia ya no sé si fue real o un mal sueño que no memoricé del todo. Sinceramente. Era un niño y en aquellos años un chiquillo no sabía de nada. Lo que sí me atormenta es que no solo me lo hiciera a mí sino a más niños, que callaran como callé yo, porque ni siquiera fui consciente de que era algo malo para hacerme daño, sino una broma o algún juego. A veces pienso que a lo mejor aquella asquerosa experiencia es la responsable de algunos de mis problemas actuales de personalidad, que los tengo. Todos tenemos complejos, manías o miedos, cuyo origen desconocemos. Podría llamar a uno de esos programas de televisión que hacen caja con estos asuntos y decir que quiero contar mi experiencia de niño, de abusos por parte de alguien cercano al que a veces saludo desde lejos correspondiendo a su saludo. ¿Se acordará de lo que me hizo? A lo mejor no, quién sabe. O sí, porque le cuesta a veces aguantar la mirada. Tanto como a mí ver en qué se ha convertido: en un pobre hombre amargado, bebedor y poco aseado, al que le ponen mala cara en los bares. Bastante tiene encima.