Llegadas estas fechas del año la ciudad se prepara para vivir su semana grande, la Semana Santa, por ello todo son preparativos orientados a vivirla de forma tan intensa como especial.
Pero esto también genera problemas en la ciudad, problemas para quienes tratan de acceder a determinadas zonas o pretenden aparcar, en este caso sus ciclomotores y motocicletas.
Al «cortar» el aparcamiento de plaza de San Francisco, por la lógica instalación de los «Palcos», se restringe el número de plazas para las motos y los problemas para encontrar un sitio, las vueltas que se dan por Sevilla son muchas y cualquier hueco casi que vale, el problema: las multas. Entiendo que una moto no se puede aparcar en cualquier sitio, estorbando el paso de las personas o impidiendo las maniobras de otros vehículos pero... ¿Dónde se aparca?
Sevilla da para lo que da, en el centro el espacio está exprimido y poco o nada se puede hacer más que callejear y encontrar ese paraíso que es un sitio donde aparcar.
Para esta época, para evitar enfados y malestar, multas innecesarias y otras circunstancias derivadas, el ayuntamiento debería gestionar mejor un tema así, yo no sabría decir cómo, para eso hay técnicos en este tipo de temas, pero habilitar un gran espacio para aparcar o, al menos, una mayor permisividad en el estacionamiento en el acerado (dentro de una coherencia, claro).
Es algo que genera, créanme, mucho malestar, conductores dando vueltas y protestando, algunos encarándose con agentes de la Policía que entienden la situación pero que no les exime del cumplimiento de la normativa y así se palpa esa crispación en la calle.
Sería una buena ocasión para mostrar ese interés y resolver un problema cíclico, por estas mismas fechas del año.
