Los medios y los días

Ya ni se sabe quién fue Malinche

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08 feb 2023 / 06:53 h - Actualizado: 08 feb 2023 / 06:53 h.
"Los medios y los días"
  • Ya ni se sabe quién fue Malinche

El pasado fin de semana estaba escuchando en la SER el programa de Javier del Pino A vivir que son dos días y empezaron a hablar de la Malinche. Nadie sabía quién fue, hasta Del Pino reconoció que a él nunca le habían hablado en su educación escolar de esta mujer. Por lo oído, debe haber por ahí un espectáculo musical creado por Nacho Cano, el de Mecano, que lleva ese nombre. Como suele decirse en periodismo, A vivir que son dos días sacó los micrófonos a la calle y se fue al lugar donde se representaba el asunto. Los asistentes que iban a entrar y hablaron para la radio no tenían ni idea de quién era Malinche pero algunos decían que como se trataba de una idea de Nacho Cano tenía que ser buena. Al final de la representación la emisora volvió a preguntar a otros espectadores y tampoco sabían quién era Malinche, pero, eso sí, opinaban abiertamente sobre Malinche y sobre cómo debería haber sido una obra que no les convenció excepto a uno que dijo que era útil para conocer algo de la historia de América aunque, igualmente, manifestó que no tenía el gusto de conocer a Malinche.

El programa siguió hablando de Malinche, si había sido o no una india traidora a su pueblo al convertirse en colaboradora o ser obligada a “asesorar” a Hernán Cortés cuando éste se hizo con lo que hoy es México. Hablaban de que aquello pudo haber sido una historia de amor incluso, algo que negó una especialista en la materia quien, por cierto, le tuvo que decir al declarante citado hace un momento que con una obra musical nacida de la fantasía no se podía aprender historia y menos de la Malinche de la que pocos datos se tienen. El enfoque que Nacho Cano le ha dado a la obra es, y hablo de oídas radiofónicas, bastante blanco, conciliador, y ahí está el fallo. El señor Cano no está de moda, ahora hay que mostrarse en desacuerdo con el supuesto genocidio de Cortés y pedirle perdón al señor presidente de México que tiene de indio lo que Malinche tenía de tartesa.

Lo correcto es presentar una obra en la que Hernán Cortés -que no tiene ni una estatua pública en México- maltratara a la Malinche un día sí y el otro también y la Malinche fuera como la buena de las telenovelas que sufre mucho pero al final se sale con la suya y mata a Cortés, deteniendo así un baño de sangre contra su pueblo. ¡Eso sí que hubiera gustado a la plebe! Qué pena que la realidad sea tan cruda, la Malinche era de uno de los pueblos indígenas a los que machacaron los aztecas bastante antes de llegar los españoles allí, pueblos que apoyaron en gran medida a Cortés frente al enemigo común que, lógicamente, no quería que le robaran el poder que había logrado.

El tratamiento de la Malinche como traidora viene de lejos, parece que de cuando se independizó México de España y los criollos necesitaban una seña de identidad para lo que hoy es México que a la llegada de Cortés por supuesto no existía. Una vez estaba servidor en La Habana, me acompañaba mi señora de entonces, mexicana ella, y cuando le dijo a un cuadro del Partido Comunista de Cuba que era mi señora, el mozo la llamó Malinche despectivamente. Y eso que era buen amigo mío.

De todas formas, de aquella asignatura franquista llamada Formación del Espíritu Nacional hemos pasado a esta otra denominada Ni Puñetera Idea de la Malinche, empezando por el presentador del programa. Me recordó el caso a cuando yo en clase debo detenerme una y otra vez a explicarles a mis pupilos algunos hechos que ya deberían venir sabidos desde el colegio y el instituto. Qué aburrida es a veces la vida.