La vida del revés

Yolanda Díaz es lo mejor del Gobierno de Sánchez

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01 may 2021 / 16:35 h - Actualizado: 01 may 2021 / 16:47 h.
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  • Yolanda Díaz. / EFE
    Yolanda Díaz. / EFE

Si digo que Yolanda Díaz es una excelente ministra de Trabajo, no serán pocos los que piensen que me he debido de equivocar de persona puesto que el número de individuos que se encuentran en situación de desempleo en España, el número de hogares españoles en los que ningún miembro de la unidad familiar trabaja, el índice de paro femenino y entre los jóvenes es descomunal, son datos que deberían impedir decir nada a favor de la ministra titular. Sin embargo, no puedo dejar de decir que Yolanda Díaz ha conseguido que los sindicatos y las patronales se sienten para dialogar, ha conseguido pequeños logros que han colocado a la clase trabajadora en mejor situación de la que tenían. Por ejemplo, subir el salario mínimo interprofesional con el acuerdo de todos es uno de esos avances. Es verdad que la pandemia se ha llevado por delante casi todo, es verdad que hubo retrasos en el pago a los trabajadores incluidos en ERTE’s, es verdad que el SEPE se ha visto desbordado y atacado en sus entrañas por los piratas informáticos. También es cierto que el paro es elevadísimo, que las mujeres siguen pagando el pato y que los jóvenes viven una situación difícil y tienen dibujado un futuro gris. Pero también es cierto que la situación ha sido apabullante, que no creo que ningún ministro hubiera podido gestionar mejor la situación y que la ministra de trabajo es una mujer comprometida con el trabajador, dialogante con el empresario, educada y leal a sí misma. La carga ideológica de Yolanda Díaz es intensa aunque sabe aparcar sus convicciones sin renunciar a ellas para encontrar caminos por los que se puedan transitar favoreciendo a todos.

La situación del mercado laboral español es un desastre desde hace muchos años, es un desierto enorme. El problema es sistémico y la herencia que ha recibido Díaz estaba envenenada. Cargar la culpa de lo que es el ámbito laboral sobre esta mujer es injusto. Es verdad que ha tenido que aprender cosas sobre la marcha y que el toro le ha pillado más de una vez, pero es que el toro era bravucón y peligroso.

Hoy se manifestaba con los sindicatos. Pudiera parecer que estaba reivindicando todo eso que el Gobierno al que pertenece es incapaz de arreglar. Sin embargo, la ministra se arrimaba a los trabajadores para mostrar su apoyo y su empatía, para estar presente en el día en el que se celebra que los trabajadores son fundamentales en la sociedad en la que vivimos, que los derechos de esos trabajadores son esenciales para construir una sociedad justa y equilibrada. Yolanda Díaz ha demostrado no tener complejos y saber hacer gestos casi imposibles hace unos meses.

Es muy fácil lanzarse sobre una persona que lidia con la mayor crisis de los últimos 100 años (se suman la económica, la social y la sanitaria, y eso son palabras mayores). Y, a veces existen razones para hacerlo; por ejemplo, ante las chapuzas en la gestión de Pedro Sánchez, sus mentiras o la constante ineficacia de Pablo Iglesias. Pero, en este caso, sería injusta hacerlo sin tener en cuenta que la ministra Díaz pelea contra viento y marea, con entusiasmo y sin que nadie pueda hablar de un enriquecimiento personal que resultase sospechoso o grosero, sin poder señalar un capítulo en el que la mentira sea protagonista o la actitud de la ministra sea prepotente o sectaria.

Creo que el Gobierno de Pedro Sánchez es desastroso en general. Ministros desaparecidos, un ministro que abandona el barco sin explicar la razón verdadera, algunos ministerios que son un reguero de gastos y de falta de eficacia, gestiones calamitosas... Pero, al mismo tiempo, no puedo decir nada malo de Yolanda Díaz. Si estuviéramos hablando de fútbol, podríamos decir que Díaz es esa jugadora que todos los entrenadores quisieran tener en su equipo.

Espero que se retire de políticas extremistas o sectarias; espero que sepa colocarse en el lado de la moderación para lograr que todo vaya mejor. De verdad, espero que elija bien a sus compañeros de viaje porque, así, demostrará que con el viento a favor puede ser la mejor ministra de Trabajo que hayamos conocido.