España está instalada en el nivel 4 (de 5) de alerta antiterrorista. Y ya se están intensificando las medidas antiterroristas adoptadas desde hace tiempo. La preocupación con la llegada de los talibanes a Kabul se ha elevado y los expertos en materia antiterrorista no dudan en afirmar que, hoy, el riesgo es más acusado que hace un mes. La amenaza yihadista es algo que no ha desaparecido en ningún momento y ahora puede crecer de nuevo sin control.
Las células terroristas durmientes pueden despertar en cualquier momento y los lobos solitarios pueden actuar. La situación que se ha generado con la salida caótica de Afganistán por parte de Estados Unidos, las muestras de clara derrota y debilidad de toda la comunidad occidental, pueden servir de llamada a la acción a los grupos o personas ocultas que esperan su momento. Por su parte, Al Qaeda se puede mover, a partir de ahora, en un territorio mucho más extenso e ideal como caldo de cultivo para sus planificaciones terroristas. Se podría estar preparando una tormenta perfecta.
Conviene estar atentos y quela acción policial y la colaboración ciudadana funcionen como hasta ahora. La amenaza es una realidad y no se puede bajar la guardia. Parece que en Estados Unidos y Europa se regresa, en materia de amenaza yihadista, a la casilla de salida.