Aunque, tras la reunión que mantuvieron los banqueros centrales en Jackson Hole (EEUU) hace unas fechas, no ha quedado claro qué sucederá a corto y medio plazo con las políticas del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed), lo cierto es que el euro gana posiciones frente al dólar y la libra. Habrá que esperar para saber cómo Mario Draghi ordenará y anunciará la retirada de estímulos desde el BCE ya que cualquier especulación sobre esa política monetaria y sus efectos puede ser errónea.
En cualquier caso, la revalorización del euro superando ya los 1,20 dólares y cambiándose la libra a niveles máximos de 2009 (0,9299 libras por euro) ya tendrán influencias importantes en las economías.
En el caso del dólar, esto significa que las importaciones desde fuera de la Unión Europea serán ahora más baratas. Una excelente noticia si tenemos en cuenta que el precio del petróleo se fija tomando como referencia el valor del dólar. Esto es algo que influye directa y decisivamente en la cuenta de resultados de un gran número de empresas y en los bolsillos de los ciudadanos. Por otra parte, un euro fuerte hace que el proyecto europeo, tan denostado por algunos durante los últimos meses, recupere cierta credibilidad y se consolide como una realidad que parece no tener vuelta atrás.
Pero también hay una cara negativa en lo que parece esta buena noticia. Las exportaciones europeas, lógicamente, serán más costosas para los receptores. El volumen de negocio en Europa ha llegado a los 1,791 billones de euros, según Eurostat. Una cifra importantísima. En el caso de España el efecto puede tener unas consecuencias muy peligrosas puesto que la exportación ha sido uno de los motores de la economía nacional. Y, en el caso de la libra, aunque los ajustes en los tipos de cambio se producen por razones muy distintas a las que afectan en el caso del dólar, la repercusión podría afectar seriamente a la industria turística española. La tendencia alcista del euro respecto a la moneda británica parece que no cederá mientras la forma de afrontar el Brexit no quede clara.
Mientras los mensajes de Mario Draghi apunten hacia cierta solidez en la recuperación de la economía europea, al menos en el caso del dólar, la robustez de la moneda europea irá a más. Un efecto que se produce al traducir ese mensaje en términos de retirada de estímulos. Y en España se deben ir tomando medidas puesto que la economía se puede ver afectada de distintas formas aunque todas importantes.