El cambio climático y las grandes potencias

23 abr 2021 / 07:29 h - Actualizado: 23 abr 2021 / 07:34 h.
  • El cambio climático y las grandes potencias

Después de una temporada negra durante la que Estados Unidos quedaba fuera de la lucha contra el cambio climático, llega el momento en el que los dos países más poderosos del planeta se vuelvan a sentar para lograr fijar calendarios y objetivos que atraigan al resto de países. Después de Trump parece que la luz se vuelve a encender. Joe Biden está dispuesto a cumplir con sus promesas y parece tomarse muy en serio el futuro del planeta.

Ha pasado el tiempo de negar la evidencia. El planeta está gravemente enfermo y es necesario recuperarlo. Los que sostienen que no existe unanimidad dentro de la comunidad científica, lo que están haciendo, en realidad, es centrar la atención en discrepancias técnicas que elevan la falsa duda a una categoría a la que no corresponde y que no niega, en ningún caso, el cambio climático. Existe una forma de dejar claro lo que está sucediendo: es imposible explicar o reconstruir lo que sucede sin tener que incluir la variable ‘cambio climático’ si se quieren conseguir resultados; es ya una constante en la ecuación.

Con la firma del pacto de París, numerosos países se comprometieron a cambiar sus modelos económicos y productivos con el fin de evitar un colapso total de la Tierra. Trump sacó de ese pacto a su país.

Que no suba la temperatura más de 2 grados con respecto a los niveles preindustriales era el objetivo. Lo sigue siendo. Xi Jinping hizo justo lo contrario a Trump y prometió neutralidad en la emisión de carbono en 2060. Afortunadamente, el presidente Biden se arrima al chino y el sentido de la marcha de los dos países es coincidente.

Del total de las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo, China es el país responsable del 28 por ciento del total y Estados Unidos del 15 por ciento aunque, en este caso, es importante señalar que lleva muchos más años que el gigante asiático en puestos de cabeza de la lista más negra de la Historia. Es esencial que ambas potencias hagan lo necesario y arrastren al resto de países.