Tras la crisis de 2008, buena parte de los países de la Unión Europea habían logrado colocar los cimientos en el lugar exacto y con la fortaleza necesaria para que les hiciera seguros. En España, esos cimientos no estaban puestos, seguían estando los antiguos que no servían en el mundo actual. Y, por si era poco, llegó el SARS-CoV-2 para que lo que había se hundiera algo más. Se volatilizaron afiliados a la Seguridad Social por decenas de miles y las cifras de paro se dispararon, los ERTE’s se convirtieron en herramientas útiles en un momento determinado aunque en trampas peligrosas con el paso del tiempo. Nuestro modelo productivo, siempre tan enclenque y tan expuesto a cualquier modificación por pequeña que fuera, se volvió a derrumbar.
El problema de España es que no se produce gran cosa. Un país que sobrevive gracias a los servicios, al turismo y a la construcción, está en constante peligro. Cualquier movimiento en los mercados se convierte en un terremoto para España.
No se puede aspirar a ser un país en el que el visitante llega para que le sirvamos un combinado y poco más. No se puede aspirar a un futuro sólido si el tejido empresarial está formado por miles y miles de pymes a las que cualquier variación en los mercados afecta de forma negativa y brutal. España, a pesar de la falta de miras de los políticos, debe construir un tejido productivo que sea poderoso y duradero. De cualquier otra forma, España está condenada a ser la nación más afectada por las crisis. Esto se ha convertido en un clásico.
Esta crisis provocada por la Covid-19 ha arrasado con los trabajadores de carácter temporal y con las pequeñas y medianas empresas dedicadas al turismo o a la construcción. Ahora, todo vuelve a crecer, pero el problema es que sabiendo que el modelo no es el mejor, volvemos a repetir la fórmula. No se ha aprendido nada. Los políticos han intentando reactivar lo que antes había. Ni un esfuerzo por modificar las cosas.
Es imposible que España pueda aspirar a un progreso robusto con planteamientos de este calado y es necesario que esto cambie de una vez por todas.