Editorial

El necesario equilibrio en el panorama político

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22 nov 2019 / 08:00 h - Actualizado: 21 nov 2019 / 19:00 h.
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  • Ines Arrimadas. / EFE
    Ines Arrimadas. / EFE

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El desastre que se está viviendo en el seno de Ciudadanos está acabando con casi todo lo que fue y con casi todo lo poco que queda de esa formación.

Ahora, José Manuel Villegas anuncia que seguirá vinculado al partido naranja hasta que se celebre el congreso que servirá para elegir una nueva cúpula pero que, después, abandonará la dirección del partido. Por otra parte, el que había sido hasta ahora secretario de comunicación, Fernando de Páramo, no va a recoger su acta de diputado y abandona de forma inmediata. Parece que nada puede mantenerse en pie en Ciudadanos; el desastre electoral está siendo un verdadero cataclismo.

No son estas buenas noticias para la política española. Ciudadanos nació para intentar regenerar la democracia española que necesitaba una bocanada de aire fresco y una mirada limpia; y para servir como eje corrector de las desviaciones que provocaba un nacionalismo que todavía no había alcanzado la potencia actual. Eran dos problemas que podía ayudar a corregir y hubo un tiempo en el que pareció posible. Hoy no cumple ni estas funciones ni casi ninguna otra. Las malas estrategias, las malas decisiones y, por qué no decirlo, el vacío ideológico que siempre llega cuando el líder toma más protagonismo del recomendable, han dejado la formación naranja sin fuelle y sin demasiadas posibilidades de seguir adelante.

Inés Arrimadas está llamada a liderar ese grupo político. Y será bueno que ordene la casa para poder seguir plantando cara a los secesionistas catalanes y será bueno que vuelva a fortalecerse para equilibrar la balanza política que tantos problemas aritméticos y, por tanto, problemas de futuro, está dando.

No será fácil llevar a C’s hasta el lugar que ocupó (en número de escaños e importancia política) durante la pasada legislatura. Pero una alternativa en la que impere la altura de miras políticas, el sentido de Estado y la sensatez democrática, siempre será bien recibida.