Editorial

El peligro de recesión y Pedro Sánchez

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08 oct 2019 / 08:00 h - Actualizado: 07 oct 2019 / 22:01 h.
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  • Pedro Sánchez. / EFE
    Pedro Sánchez. / EFE

El presidente portugués, António Costa, ha demostrado varias cosas importantes durante el tiempo que ha estado al frente del gobierno de su país. Llegar a acuerdos con otras formaciones y conseguir un equilibrio improbable es una de ellas. Y que la economía es fundamental en el mundo actual es otra. Seguir instrucciones desde Europa, controlar el déficit público, bajar los impuestos o reestructurar el mercado laboral para contener el peligro de un aumento del paro, son algunos parámetros que Costa ha manejado sin complejos, olvidando que es socialista y que las ideologías sirven para algunas cosas aunque son poco prácticas para sacar adelante a un país en serios apuros.

Todo esto debería servir para que el presidente en funciones español, Pedro Sánchez, se plantee con ‘serena firmeza’ la importancia de la situación económica que se vive en España. Es posible que un deterioro tan rápido y tan acusado no estuviera dentro de las previsiones de Sánchez y su equipo, pero todo indica que es ya una realidad.

Las entidades de mayor prestigio en el ámbito económico ya avisan sin tapujos de una posible recesión. La desaceleración no es un eufemismo que pueda servir en estos momentos en los que el Banco de España avisa, el FMI avisa, Trump sigue haciendo una política arancelaria de agresividad insólita y Bruselas pide presupuestos para el próximo año que tendrán que ajustarse a la realidad y a esas previsiones de carácter negativo.

Por ello, es preocupante que lo primero que anuncia Sánchez es que eliminará «los aspectos más lesivos de la reforma laboral» o que subirá las pensiones el próximo diciembre aunque el Gobierno siga estando en funciones. La deuda pública es brutal e impagable y los impuestos tienden a subir con este Gobierno. No parece que Sánchez quiera entender que la realidad le impedirá convertir en realidad algunas de las promesas que está haciendo.

Pedro Sánchez, si es un político con altura de miras y sentido de Estado, debe asumir que la realidad económica es la que ordena la política actual y que el mejor servicio que puede hacer a España es plegarse a las necesidades reales del país para procurar que una posible crisis económica arrase con un país que ya está muy malherido desde la crisis anterior.