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Fotografía: EFE
Que algunos países desarrollados ya hayan creado un Ministerio de la Soledad pensando en paliar el problema que millones de personas mayores sufren sin remedio, es muy significativo e indica que es un asunto de enorme gravedad. Millones de anciano sufren abandono y una terrible soledad.
En España la esperanza de vida es muy alta. 83,2 años exactamente. Si a este dato le sumamos otro que dice que el índice de natalidad español es uno de los más bajos del mundo, es fácil entender que la edad media de los españoles es muy elevada. Nunca antes hubo tantos españoles con 65 años o más; nunca antes los mayores de 80 fueron tan numerosos. Nunca antes habían estado tan solos los casi 9 millones de mayores de 65 años que, ahora, viven en España.
Los ancianos españoles están sufriendo una soledad violenta y angustiosa. Mueren en sus casas sin que nadie lo sepa, viven en las residencias sin apenas visitas. La soledad es tan brutal que algunas asociaciones, algunas empujadas por el propio Estado, prestan el servicio de compañía a los ancianos intentando que su situación sea algo más llevadera.
Los Estados modernos tienen la obligación de enfrentar el problema de la soledad y el abandono de los mayores. Y en España, un país en el que este problema es especialmente grave, los sucesivos Gobiernos tendrán que dar solución a lo que ya es una lacra que debería avergonzar a todos.