Los ERTE caducados

Los ERTE han sido prorrogados y no parece que esa sea la solución definitiva ni la que nos ayude a afrontar la recuperación económica. Esta vez se extienden hasta el 31 de mayo y, si bien ha sido una herramienta muy eficaz en los primeros momentos de la pandemia, ahora conviene pensar en alternativas que vayan regenerando el tejido productivo y empresarial español.

Existen, todavía, empresas viables y de gran rentabilidad que necesitan ayudas directas, sectores enteros que ya ven los ERTE como una solución caducada que no les ayudará a salir del pozo en el que se encuentran encerradas desde marzo de 2020.

Por otra parte, el gasto que supone la aplicación de ERTE’s de esta dimensión es difícil de soportar para un Gobierno cualquiera. El de Pedro Sánchez ha elegido aumentar el gasto y con ello la deuda, pero nadie sabe cómo puede acabar esta aventura que en condiciones normales hubiera supuesto que saltasen todas las alarmas posibles.

De las empresas depende el futuro económico del país. Por tanto, de las empresas depende el futuro de las personas que trabajan cada día para colaborar en dibujar un futuro que, siempre incierto, ahora parece más difícil que nunca.