Actualmente, los padres que tienen hijos adolescentes y preadolescentes, se debaten entre valorar de forma positiva los teléfonos móviles o hacerlo instalados en la convicción de que los dispositivos móviles en general y los teléfonos móviles en particular son objetos nocivos para el desarrollo intelectual de niños y jóvenes. Lo primero por ser una herramienta que bien utilizada puede ser más que útil para los niños y jóvenes además de ser muy eficaz para saber dónde están esos niños y jóvenes en cada momento. No son pocos los padres y madres que se sienten más seguros sabiendo que sus hijos llevan un móvil consigo; y no son pocos los que saben que un niño o un adolescente sin móvil se convierte en una especie de anomalía dentro del grupo al que pertenece y, por ello, los padre haciendo gala de una híper protección muy extendida no dudan en dotar con un móvil a sus hijos aunque la edad no lo justifique.
Aunque en el polo opuesto, esos mismos padres y, por supuesto, los que no ven bondad alguna en un teléfono móvil, observan características que no les hace ser optimistas respecto al uso de un teléfono móvil por parte de un niño o un joven menor de 16 años. Desde 2010, el uso de los teléfonos móviles se ha duplicado entre los jóvenes de entre 10 y 15 años; y el 70 por ciento de ese grupo disponen de un celular. El control parental es mucho más escaso de la que cabría esperar y los padres toman decisiones sin demasiada información. Un nutrido grupo de expertos recomienda que el uso del móvil sea nulo o muy restringido hasta los 16 años si eso uso es puramente recreativo.
Sea como sea, la situación actual invita a una reflexión seria sobre el uso de los teléfonos móviles en centros de enseñanza, sobre la regulación que tenga en cuenta posibles adicciones o las desastrosas distracciones que provoca un contenido monumental por su tamaño, aunque una regulación que sea, al mismo tiempo, un garantía de respeto con una herramienta que, bien utilizada, es poderosa y eficaz, una herramienta que puede servir de gran ayuda al usuario más joven.