Nos estamos jugando mucho

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19 jun 2020 / 06:00 h - Actualizado: 18 jun 2020 / 18:15 h.
"Editorial"
  • Entradas en urgencias de un paciente. / EFE
    Entradas en urgencias de un paciente. / EFE

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No parece que los mensajes pidiendo precaución y sensatez ante la Covid-19 estén calando del mismo modo entre unos y otros. Como hemos podido ir comprobando durante los días en los que el paso de fase va permitiendo que las personas asuman el control de la situación poco a poco, son muchos los insensatos que no terminan de entender que la pandemia sigue su curso, que el coronavirus que la ha provocado es letal y que si no se toman las medidas necesarias una segunda oleada puede llegar con toda su fuerza.

Las pandemias que hemos conocido a lo largo de la historia se parecen mucho más de lo que podría creerse. Por ejemplo, la conocida como ‘gripe española’ se desarrolló en tres oleadas. La segunda de ellas fue especialmente feroz y la mortalidad se disparó hasta niveles que nunca antes se habían conocido. Hay que recordar que se estima que esa pandemia acabó con la vida de entre 50 y 100 millones de personas.

Hemos aprendido mucho sobre la Covid-19; todos sabemos que el uso de mascarilla y el distanciamiento social son fundamentales; todos sabemos que la higiene personal (lavado de manos frecuente) puede evitar un número elevadísimo de contagios y, por tanto, de muertes. Sabemos lo que hay que hacer para evitar rebrotes indeseados. Pero no aplicamos eso que hemos aprendido.

Es muy importante que todos tomemos las precauciones necesarias, que todos entendamos que el peligro sigue intacto y es evidente. Los grupos más vulnerables hace unos días siguen siéndolo hoy; la solidaridad y la empatía siguen siendo tan esenciales como la semana pasada; la necesidad de tomar precauciones es enorme si queremos que la pandemia se vaya controlando de verdad.

Los avisos desde el Ministerio de Sanidad son muy claros; las indicaciones de los profesionales sanitarios son exactos: no podemos bajar la guardia puesto que el peligro de un rebrote de importancia es muy elevado. Esto quiere decir que las mesas en los restaurantes deben estar separadas, que las mascarillas deben utilizarse de forma obligatoria en lugares públicos, que se deben respetar las distancias en los transportes públicos, en las oficinas o en los comercios.

Nos estamos jugando mucho.