Cincuenta y cinco niños han nacido sin patologías hereditarias. Algunos de ellos, con sus cordones umbilicales, han permitido que sus hermanos, gravemente enfermos, vivan. Diez años de absoluto liderazgo en técnicas genéticas y la apuesta gubernamental por ello han hecho esto posible. Andalucía se puede vanagloriar de ser la primera comunidad que aprobó la ley que incluía en los servicios del sistema sanitario público el Diagnóstico Genético Preimplantatorio, y también de ayudar a que estos niños y sus hermanos vivan. De referencia internacional, el Hospital Virgen del Rocío y sus doctores son los artífices de aplicar esta técnica que permite seleccionar embriones genéticos sanos antes de implantarlos en el útero materno. Un éxito rotundo y una apuesta valiente por la ciencia que ha beneficiado y beneficiará a muchas familias en el futuro, y que ojalá sirva de ejemplo para otras comunidades.